El sendero se localiza en el
Cerro de Risco Blanco, zona conocida como “La Almoraima”, Parque Natural de los
Alcornocales, término municipal de Castellar de la Frontera.
La ruta comienza en la Venta
de La Jarandilla, situada en el valle del río Guadarranque, desde aquí
cruzaremos el puente del río Jarandilla que esta a nuestra derecha,
ascenderemos por la calzada hasta la primera bifurcación, seguimos por nuestra
derecha hasta encontrarnos una cancela, siempre está cerrada pero nos permite
el paso por su lateral.
A media altura del carril
nos desviamos introduciéndonos en el alcornocal, el punto de ascensión es la
charca erizada de juncos, caminamos por la Finca de la Almoraima perteneciente
a la familia de Ruiz-Mateos, hoy día es propiedad estatal y la gestiona el
Organismo Autónomo de Parques Nacionales.
Rodeamos la charca y en
dirección norte al encuentro de un claro donde una pequeña edificación encalada
nos da la pista para tomar el sendero, zizaguenado un poco llegaremos a los
riscos blancos de los Bazanes, donde podemos observar la erosión de la roca
arenisca, aflorando esqueletos de otras épocas, aquí hay que buscar el acceso
al pequeño alcornocal.
Una vez allí ya observaremos
las oquedades y sin ninguna duda identificaremos la laja donde está la conocida
Cueva de los Maquis, para acceder a ella hay que atravesar un espeso brezal, desde
aquí las vistas son de 360º, esta cueva conserva algunas pinturas rupestre, que
sobreviven a las clemencias del tiempo y del hombre, pertenece al denominado
arte rupestre, concepto que engloba las pinturas realizadas en las provincias
de Cádiz y Málaga entre el 2.500 y
20.000 a.c.
Ahora situémonos en el año
1936, cuando un grupo de guerrilleros de la Resistencia Española, movimiento
antifascista, denominados los Maquis se refugiaban en los montes escapando de
la Benemérita, durante la Guerra Civil, al estadillo de la Segunda Guerra Civil
muchos de los excombatientes republicanos permanecían en Francia, y se
incorporaron a la Resistencia Francesa, a partir de 1944 se retiro el ejército
alemán, algunos reorientaron su lucha
hacia España, pese al fracaso de la invasión del Valle de Aran consiguieron progresar hacia el interior y
enlazar con las partidas que habían permanecido en el monte hasta 1939.
El máximo apogeo fue entre
1945-1947, a partir de aquí se intensifico la represión franquista, que poco a
poco fue terminando con las partidas, en 1952 se procede a la evacuación del
último contigente de importancia, el final de los Maquis lo marca las muertes
de Ramón Vila en 1963 y José Castro en 1965.
Es curioso pensar que un
lugar tan apartado haya servido de refugio, pero las inscripciones cinceladas
lo demuestran, como “Viva el comunismo 1936”, “Viva la revolución” o “Viva
Azaña”.
Una vez hagamos el descaso
que nos merecemos continuamos, en esta ocasión nos toca descender, atravesando
el alcornocal dirección la presa llegamos de nuevo a la carretera, solo hay que
seguirla hasta la Venta la Jarandilla.