El Pinar del Rey es un Parque
Suburbano de 338 hectáreas, situado en el centro del Campo de Gibraltar,
ubicado justo detrás de la colina donde se enclava San Roque, es un vergel
natural del que se puede gozar en cualquier momento.
Este Parque Natural data de
1800 cuando la Marina española plantó árboles para suministra madera para los
barcos de guerra.
En aquella época España
todavía era la primera potencia naval del mundo, pero tras la batalla trafalgar
en 1805, perdió esa supremacía, el monarca Fernando IV fue quien cedió el monte
donde se encuentra el Pinar de la ciudad de Gibraltar en 1310.
El Parque se divide en dos
partes principales, la zona sur con más influencia y la parte norte, más
salvaje y donde está prohibido el uso de vehículos.
La zona sur comprende la zona
recreativa con infraestructuras de picnic, el Arroyo Alhajar y el Aula de
Naturaleza, el aula está gestionado por el Ayuntamiento San Roque, cuenta con
un punto de información y jardín botánico, y ha sido galardonada con la bandera
azul, al igual que las playas saroqueñas de Torreguadiaro y Cala Sardina, por
otro lado, la zona norte incluye, el Tajo del Pajarraco y el Cerro del Águila.
La Fuente del Alhajar se
encuentra justo en la entrada del Parque, la fuente es pública muy popular
entre los residentes, la calidad del agua es excepcional.
RUINA DE CARTEIA
El enclave arqueológico de
Carteia data del S. VII a.C., incluye restos de la época fenicia, cartaginés,
romana, visigoda, bizantina, árabe y cristiana.
Esta antigua ciudad fue la más
importante en el Campo de Gibraltar y se convirtió en la primera colonia latina
fuera de Italia en 171 a. C.
En el término municipal de San Roque, en el interior de la Bahía de Algeciras, ocupando un
emplazamiento perfecto desde el punto de vista estratégico, junto al Peñón de Gibraltar, en relación a las rutas
comerciales que se aventuraban desde el humanizado Mar Mediterráneo al desconocido mar exterior (Oceáno Atlántico), en una ensenada que
permitía el amparo de una flota; se encuentran los restos de una importante
ciudad que adquirió un protagonismo relevante en determinadas etapas de la
Antigüedad, sobre todo bajo los primeros momentos de la supremacía de Roma.
Hay que remontarse a los
siglos VII y VI a.C. para encontrar los vestigios de lo que fue un asentamiento
fenicio próximo a la desembocadura del río Guadarranque, situado en una
pequeña elevación del terreno, conocida como Cerro del Prado o Carteia
la Vieja.
Cuando en el s. IV a.C. los herederos del emporio comercial fenicio, los
púnicos de Cartago, hacen acto de presencia en la zona, deciden
reubicar este punto, excelentemente bien situado en relación con el control
marítimo del Estrecho, algo más hacia la costa, donde las condiciones del
terreno permitiesen una mayor ampliación de sus instalaciones y es a ellos a los que debemos la fundación propiamente
dicha de la ciudad de Carteia que conserva en su nombre el recuerdo de su
origen a través del radical fenicio qart.
Poco después surge el enfrentamiento entre cartagineses y romanos, las
conocidas Guerras Púnicas que finalizarán con la hegemonía de Roma sobre un
vasto territorio que irá configurándose como uno de los grandes hitos en la
historia de la Humanidad
bajo la época imperial.
Carteia, aunque púnica,
no opuso demasiada resistencia a la presencia romana y ésta, una vez
calibradas las posibilidades del enclave, apuesta decididamente por la ciudad,
construyendo un recinto amurallado de unas 27 hectáreas de superficie y
dotándola de los edificios y servicios necesarios.
Indudablemente se trata de una ciudad en la que el mestizaje entre elementos feno-púnicos, turdetanos y romanos es
notorio. Y será esta población medio romana la que demande al Senado una
solución en relación a legalizar su situación ya que Roma no reconoce
matrimonios mixtos ni los hijos habidos de ellos. Según Tito Livio, en el año
171 a.C., Carteia recibe un auténtico espaldarazo como ciudad elegida por Roma
concediéndole el título de Colonia Libertinorum Carteia, convirtiéndose en la
primera colonia latina fuera de Italia.
La ciudad cobró protagonismo en la guerra civil de
finales del período republicano entre César y Pompeyo el Grande a través del
apoyo prestado por las élites locales al bando pompeyano y sirviendo de refugio
a sus hijos Sexto y Cneo que se reorganizan desde la base de Carteia.
A este indudable papel relevante de Carteia en los
primeros tiempos de la presencia romana en la península, hay que añadir una
larga historia como ciudad y enclave comercial y militar a la que no fueron
ajenos otros pueblos y culturas. De esta forma, nos encontramos con diversos
tipos de hábitat en la Antigüedad Tardía y los inicios de la Edad media, así
como las necrópolis de época visigoda alrededor del templo romano y los restos
que podemos adscribir a la presencia bizantina en el denodado intento de
recuperar el imperio romano de occidente iniciado por Justiniano I.
Posteriormente, las fuentes islámicas hacen referencia
a Qartayanna relacionándola con diferentes episodios en los momentos de la
conquista musulmana y la configuración de al-Andalus.El nombre lo conserva un
pequeño castillo situado en la zona más elevada del yacimiento, a pocos metros
de las murallas romanas de las que utiliza materiales en su construcción. Esta
fortificación, conocida en la actualidad como Torre Cartagena será escenario de
los enfrentamientos entre las tropas cristianas y musulmanas desde el s. XIII
con la intervención de efectivos meriníes que se asientan en la vecina
Algeciras y que prestan apoyo a los nazaríes granadinos.
La ciudad, sin embargo, se convierte en un solar donde
el abandono hace mella en sus notables edificios y este sentimiento de
desamparo será recogido por la mayor parte de los investigadores,
historiadores, estudiosos y viajeros a lo largo de siglos hasta que, acuciada
por la instalación de las industrias a finales de los años sesenta, se consigue
salvar el perímetro urbano de Carteia, no ocurriendo lo mismo con sus
necrópolis, los accesos, las industrias, etc. que un día configuraron su
territorio.
A lo largo de la visita se podrá contemplar una puerta de entrada a la ciudad
de época púnica; los accesos a la zona de la ciudad antigua, posible foro, a
través de una monumental escalinata en arenisca; los restos de un templo de
grandes dimensiones y sus originales restos ornamentales, varias domus, un
extenso y completo complejo termal; restos de la muralla y la Torre del
Rocadillo, baluarte de vigilancia construido a finales del s. XVI. Podremos
deambular por los restos de sus calles, observar la topografía y extensión de
la ciudad, en la que no falta un gran teatro de época augústea –si bien en
estos momentos queda fuera del circuito de visitas- acompañados de una guía que
pormenoriza todos los detalles tanto históricos como artísticos de Carteia.
Todas las visitas son guiadas, ofreciéndose las mismas en español, inglés,
alemán o francés y tienen una duración aproximada de 50 minutos.
Para completar el acercamiento a la historia y la vida cotidiana en Carteia
a lo largo de las civilizaciones que en ella han dejado impresa su huella y que
son el compendio del acervo cultural de la realidad histórica que conocemos
como Andalucía, sugerimos la visita a la sala Carteia del Museo
Municipal, ubicado en la calle San Felipe, en San Roque, del que tan
sólo dista el yacimiento unos 5 km.