La tierra sonríe
a través de las flores
Un breve recorrido histórico por anteriores visitas a este bonito rincón del litoral gaditano.
Recordemos que ya fuimos en 2014, fotos de Tere, si no me equivoco
Las siguientes, en 2016
Volvamos a la actualidad...
Esta ruta se encuentra enmarcada en el Parque Natural de la Breña y
Marismas de Barbate, y se trata de un parque marítimo-terrestre.
Nos ofrece una de las vistas más espectaculares del litoral gaditano. El sendero une las playas de la Hierbabuena y los Caños de Meca.
Distancia aproximada: 8 kmtrs.
Grado de dificultad: Fácil
El sendero discurre paralelo al acantilado, entre una gran masa de pino carrasco y de pino piñonero de repoblación y que se han adaptado al medio natural y creado un ecosistema propio. La repoblación pinar se llevó a cabo durante el siglo XIX y el siglo XX, con el fin de frenar el avance de las dunas del litoral y detener su erosión.
El enebro marítimo, la retama blanca y la sabina, forma parte de la vegetación autóctona y alberga una fauna diversa de aves y reptiles.
A continuación las imágenes, aquí tenemos a David, nuestro guía de Genatur comenzando con las explicaciones
El acantilado del Tajo o de Barbate, es una espléndida muestra de las fuerzas de la naturaleza, en este caso la erosión que provoca el mar en el continente. Se eleva hasta algo más de 100 metros, sobre el nivel del mar. Está formado por estratos calcoareníticos ( compuesto de arena y carbonato cálcico proveniente de las conchas de animales marinos ), que alternan con estratos de margas y arenosas.
Debido a la composición del acantilado, el agua se filtra a través del suelo y rompen por la pared hasta su vertido al mar apareciendo los caños de agua, que brotan y caen al océano.
El nombre de Meca viene de la época en que los musulmanes utilizaban estos caños o chorros para purificarse y lo asemejaban como un viaje a la Meca.
La Torre del Tajo es una torre vigía construida en el siglo XVI, con el objetivo de servir de vigilancia ante las incursiones de los piratas turco-berberiscos. Esta torre, junto con otras, se comunicaban entre sí, y formaban todo un complejo sistema defensivo.
Tiene una altura superior a 13 metros y en su interior alberga una única estancia abovedada, donde los torreros hacían su vida. A través de una escalera de caracol, se sube hasta la azotea, que tiene una garita en forma de herradura, donde el torrero se refugiaba de las inclemencias del tiempo.
Las vistas desde lo alto de la torre son espectaculares; tuvimos la suerte de encontrarnos con la guía que nos la enseñó y la mala suerte del mal tiempo que nos impidió disfrutar aún más de sus panorámicas.
Bonita ruta y mejor reportaje,Gracias Seve.
ResponderEliminarGracias Carlos
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