CAMINO DE SANTIAGO – CAMINO FRANCÉS
SAINT JEAN PIED DE PORT - ARCOS
Caminamos hacia Santiago al modo tradicional siguiendo los pasos y la obra de Calisto II, no ha sido simplemente un recorrido turístico o deportivo, sino que ha sido mucho más, aparte de estar en contacto con la naturaleza hemos descubierto las raíces culturales e históricas de estas hermosas tierras, manifestándose en un camino de renovación interior, hemos caminado al ritmo de otros siglos, es decir … siendo PEREGRINAS.
Rota - 26 de Septiembre de 2010
Iglesia de Ntra. Sra. de la O - Rota
Días antes habíamos quedado para escuchar misa de doce en la Iglesia Ntra. Sra. de la O, iniciaríamos el viaje en las vísperas de las Fiestas Patronales de nuestra Villa, entrabamos en la parroquia y una exposición floral de hermosos gladiolos blancos embellecía el coro.
La imagen de Ntra. Sra. del Rosario presidía el altar, su hermoso rostro nos daba la bienvenida, minutos antes de comenzar la eucaristía, entramos en la sacristía para decirle al párroco que éramos peregrinas y para solicitarle que nos firmara las credenciales después de oír la misa, y así fue una vez terminada y con la ilusión puesta en el corazón Don José nos selló las credenciales y salimos de la iglesia inmortalizando el momento de partida.
Rota - 27 de Septiembre de 2010
La mañana se presenta calidad, la Osa Mayor sobre los potentes focos de la Base Naval me despide, rumbo al Puerto Santa María para tomar el tren hacia Madrid donde me reuniré con mis dos compañeras de viaje, Lola y Carmen, ellas llegaran en avión a la capital.
Monasterio de la Victoria - Puerto Santa María (Cádiz)
El viaje en el tren ha sido estupendo, una vez en la Estación de Atocha me dirigí a la entrada principal del vestíbulo, donde está ubicado el Jardín Tropical, obra del Arquitecto Rafael Moneo, una espectacular selva cubre 4.000 m² y está poblado por más de 500 especies, entre ellas plantas carnívoras, acuáticas, peces de colores y sus famosos galápagos.
Poco después nos hallábamos reunidas, ahora estaba el grupo completo, como el tren de Pamplona no saldría pasada unas horas nos compramos unos bocadillos para almorzar, el lugar elegido se pueden ustedes imaginar el bosque de la cúpula central de la estación.
A las 15:00 h. salíamos de Madrid dirección Pamplona, unas tres horas duro el viaje, ya en la ciudad cogimos el autobús de línea urbana nº 9 para llegar al centro, una vez en la parada caminamos hasta la Plaza del Castillo, una estatua de Carlos III el Noble nos recibe, un espacio emblemático por excelencia, dentro de esta ciudad histórica.
Estatua de Carlos III el Noble
Cruzamos la plaza y callejeamos para encontrar el albergue municipal, la chica de recepción nos atiende amablemente, nos toma los datos y nos da sabanas limpias por eso de la higiene, y nos envía dentro del edificio para que nos instalemos, diciéndonos que eligiéramos donde queríamos dormir, en apariencia las instalaciones están bien, soltamos las mochilas en las literas elegidas y como era temprano nos fuimos a cenar.
Tras pasear por el casco antiguo de la ciudad elegimos donde comer, un cartel anunciaba menú 10 €, un pequeño comedor en el primer piso de un bar, la verdad es que el menú elegido no nos gustó nada, la sopa llego fría y picante, y no hablemos del pescado, nos lo pusieron como ellos quisieron, en absoluto era lo que habíamos elegido, menos mal que el postre estaba bueno, como mi compañera Carmen dijo “porque esté no lo ha tocado el cocinero sino también lo estropea”.
Después de la nefasta cena volvimos al albergue, el frio de la noche se hacía sentir, al poco de acostarnos, la chica que dormía en la litera de abajo comenzó a gritar, nuestra sorpresa fue que andábamos rodeadas de un batallón de chinches, nos bajamos rápidamente de las literas, y con las linternas empezamos a mirar las ropas y sacos de dormir minuciosamente, no comprendíamos como nos dieron sabanas limpias y los colchones están minados de bichos. Así que Carmen, Marta y Carlos de Madrid y Tarragona junto con nosotras dormimos en los bancos y en suelo de la sala continua.
Pamplona - Saint Jean Pied de Port - 28 de Septiembre de 2010
Habíamos dormido a trompicones, “una noche toledana” como dice mi amiga Loly y allí estábamos a las seis de la mañana levantados y recogiendo nuestras cosas, una vez en recepción advertimos al chico que en aquel momento atendía el albergue lo que nos había sucedido durante la noche, respuesta del individuo “si ya sabíamos que hay chinche, este problema viene desde el verano, pero si la encargada no hace nada, yo tampoco, si a nosotros también nos pican”, increíble , pero cierto, donde estaba en aquel momento Sanidad, para denunciar claro está, hay albergue privados pequeños que necesitan pasar una series de inspecciones, tanto de higiene como de seguridad para poder abrir su negocio, y pregunto ¿Y los municipales qué? Pues a la vista está que ni el Ayuntamiento de Pamplona, ni Sanidad mete manos en el asunto.
Carlos, Marta y Carmen - Loly, Carmen y Teresa
Nuestra amiga Carmen había contactado por internet con una pareja valenciana que compartiría el taxi, esté nos llevaría a Saint Jame Pied de Port, después del desayuno y pasada las 8:00 h. llego el vehículo, luego vino las presentaciones con los compañeros que compartirían el viaje, pusimos rumbo a los Pirineos Navarros, los primero km. fueron por vía rápida pero desde Zubiri la carretera comarcal era bastante sinuosa hasta el punto de destino, algunos nos mareamos.
Río Nive
Llegamos a Saint Jean Pied de Port y nos despedimos de los compañeros valencianos José y Marta, ellos descansarían esa noche y comenzarían el Camino Francés por la mañana, lo harían en bicicleta.
Un rinconcito coqueto
Río Nive
La localidad está ubicada en torno a una ruta prehistórica que luego se convirtió en vía romana, la Villa fue fundada en el S. XII y pronto se desarrolló como centro comarcal de comercio y comunicaciones, desde esa fecha al pie del Castillo de Mendiguren se desarrolló la ciudad fortificada a la que los Reyes de Navarra llamaron “La Llave de mi Reino”, y que hoy en día se conoce como “La Ciudadela”.
Calle de España
Después de visitar este hermoso pueblo, nos compramos unos bocadillos y comenzamos nuestra aventura, desde el puente medieval sobre el río Nive ascendimos por la calle de España, un pequeño barrio de comerciantes y artesanos que apenas ha variado su fisionomía a lo largo de los siglos, atravesaríamos los Pirineos, la "Route de Napoleón" se inicia con un duro ascenso, con paso firme emprendimos la primera etapa del Camino a Santiago, 8 km. de subida hasta el Albergue Orisson, de vez en cuando nos permitíamos disfrutar de la panorámica tan espectacular que nos ofrecía los Pirineos Navarros, una hora después hacíamos un alto en el camino para comer, menudo bocata nos zampamos.
A mi amiga Carmen se le había olvidado colocarse el podometro, pronto nos reiríamos porque al cabo de un rato, en el ascenso el aparatito no cesaba de pitar, avisandonos por supuesto de que pararamos y bajaramos nuestras pulsaciones, creo que al segundo día nos olvidamos de él.
Tras el almuerzo reanudamos la marcha, el calor del mediodía se hacía sentir, y con la tripa llena aún nos costaba subir la empina cuesta, de vez en cuando algunos peregrinos nos sobrepasaba, pero pronto los alcanzábamos, ya que el ascenso requería pautas de descanso.
Superamos los 795 m. de altitud sin ninguna dificultad, poco antes de las 18:00 h. estábamos en el albergue, siguiendo las instrucciones de la chica que nos atendió, las botas quitadas antes de entrar en las habitaciones, la cena a las 18:00 h., la ducha funcionaba con ficha y solo 5 minutos de agua, la secadora 2 €, en fin después de pagar casi 33 € por adelantado, nos pareció un poco abusivo que fueran tan estrictos, además compartimos la habitación con tres señores extranjeros.
Como reflejaría la estampa de la cara de Carmen cuando entró en la habitación y lo primero que vio fue, un señor corpulento con barba y pelo largo canoso, como si de un motero de bandas se tratase, espavorida y en compañía de Loly bajan a ver si podía solucionar el dormir en otra habitación, mientras yo me instalaba en una de las literas superiores, poco después y con resignación se quedaban en la habitación que la chica le había asignado, no existía otra opción, muchas veces, o mejor dicho los humanos tendemos siempre a juzgar a las personas por su aspecto exterior, cuan equivocados estamos, sin prestar atención a otros aspectos más significativos, como son las cualidades, los principios o valores de esa persona, y juzgar sin conocerla aún más, “Compartir amigas es uno de los pilares del Camino de Santiago”. En verdad los señores estuvieron respetuosos y fueron muy educados, un francés, un americano y un coreano, “nos reímos porque parecía que estábamos contando un chiste”.
Después de asearnos bajamos a comer, aquí en estas latitudes la cena es a las 18:00 h., exquisita la comida, sopa de minestrones, cordero con pochas y pastel vasco calentito, nos pusieron vino y agua, como anécdota contamos que Carmen pidió a la chica otra copa limpia para beber agua, pero esta le contesta “que no, cuantas copas necesitaría yo si todo el mundo me las pidieran”, así que en la misma copa había que beber agua y vino, tras brindar comenzamos a devorar las ricas viandas, finalizada la comilona los peregrinos fuimos presentándonos y nombrando el lugar de origen, a las 21:00 h. ya estábamos durmiendo.
Albergue de Orisson
Contemplando los prados verdes del cordel pirenaico, una futura alegría nos llenó de gozo, levantábamos nuestras copas y recordaremos con añoranzas aquellos momentos vividos, donde por un momento floreció en nuestros labios una sonrisa al compartir una mesa de jugos tardíos a la luz del atardecer y en animada compañía.
Saint Jean Pied de Port - Burguete - 29 de Septiembre de 2010
Nos levantamos temprano y bajamos a desayunar, amanecía en la montaña, la belleza se apoderaba del lugar, no hay palabras para describir la sensación vivida, un grupo de ovejas Latxa pasaba junto al albergue en aquel momento, dirección a los pastos verdes de las hermosas praderas.
Desayunamos tostada con mermelada y mantequilla, café y zumo, ni unas simples servilletas nos pusieron para limpiarnos, como ahorran los condenados.
A las 8:30 comenzó nuestra segunda etapa, hoy la jornada sería de 21 km. hasta Burguete, avanzábamos por una estrecha carretera de montaña a veces junto a enormes manadas de cabras, vacas y robustos caballos insensibles a los rigores del clima, a poco de comenzar nuestra caminata y sobre una cresta rocosa de piedra blanca o harchury se alza la Virgen de Biakorri o Virgen de Orisson, este punto representa el final de los altos pastizales del antiguo Pays de Cize, sobre los pies de la imagen los peregrinos dejan sus ofrendas, algunas peculiares y otras entrañables.
Virgen de Biakorri
Continuamos la marcha hasta la señal de madera donde ponía Roncesvalle, abandonamos el asfalto para seguir a través del prado, nuestros pies ya lo agradecían, poco después pasábamos junto a una cruz de piedra, en el mismo espacio también han colocado la Cruz de Santiago fabricada en metal.
Ahora ascendíamos por un sendero empedrado, dejando a nuestra derecha un socorrido refugio, una diminuta choza con olor a orín, caminábamos a través de alfombras verdes para continuar sobre lajas y sedimentos de pizarra, el terreno se volvió oscuro.
Alcanzamos el Collado de Bentarte, donde encontramos la Fuente de Roldán, varios percherones bebían durante nuestra llegada, esta hermosa raza desciende del cruce entre caballos árabes y normandos, pueden llegar a pesar más de 1.200 kg., sus cualidades genéticas son muy apreciadas, son originarios de la región francesa de Perché, de ahí el nombre, es un caballo de tiro, pero también se comercializa como alimento, aquí conocimos a Joaquín, un peculiar peregrino sexagenario.
Nuestra amiga Loly le encanta los animales,
cada vez que nos topabamos con uno ella le decía "Hola mi chiqui"
Unos metros adelante alcanzábamos la frontera, un hito de piedra nos indicaba que ya estábamos en España, concretamente en la provincia de Navarra, entre hayas, robles y castaños llegamos al Refugio de Izandorre, aunque pequeño, es socorrido para los peregrinos negligente que se pierden y que suben el Collado de Lepoeder en pleno invierno, cada año fallecen algún que otro al intentarlo, “la imprudencia mata”.
Refugio de Izandorre
Una pista forestal nos conduce hasta el Alto de Lepoeder, alcanzábamos los 1.430 m., habíamos superado la cota máxima de la etapa, sentadas en el prado contemplando las hermosas vistas y como recompensa escuchamos la pieza musical de “Caminante no hay Camino…” de Joan M. Serrat.
Después del merecido descanso debíamos decidir entre dos alternativas, o bajar por el hayedo o pasar por el Alto de Ibañeta, nosotras preferimos tomar la primera opción, mucho más atractivas para nuestros ojos, descendíamos sobre fuertes pendiente y caminos destrozados por las avenidas de las aguas, pero mereció la pena la decisión tomada, con precaución el trayecto fue superado.
Antes de abrazar el sueño del invierno, el otoño se desborda en toda su plenitud cromática por el hayedo, los tonos ocres, anaranjados, amarillos y rojizos de las hojas se mezclan con el verde fosforescente del musgos y el plateado de los troncos, todo esto acompañado del susurro del viento sobre las ramas, caminar por el bosque en esta época es una experiencia indescriptible, agudizamos los sentidos sumergiéndonos en un mundo mágico, en un reino de sombras para evoca el mundo de los elfos, duendes o ninfas, sólo lo imaginable puede tener historia.
Tras la emocionante aventura cruzamos el Río Baztán para llegar a la Colegiata de Sta. María, un claro ejemplo del gótico francés, en este punto hacíamos una parada en el bar del Hotel la Posada, después del exquisito tentempié de quesitos y chistorras visitamos la Capilla de Santiago y el Silo de Carlomagno, donde dieron sepultura a peregrinos y combatientes francos, pasamos al Monasterio- Albergue para sellar las credenciales, luego entramos en la Capilla de San Agustín, como curiosidad hay que echar dinero para que las luces se enciendan, todo un negocio.
Colegiata de Sta. María - Roncesvalle
Capilla de Santiago - Roncesvalle
Silo de Carlomagno Roncesvalle
Tumbas de peregrinos y combatientes francos - Roncesvalle
Salimos del Monasterio para cruzar la nacional y adentrarnos en un pequeño bosque, a través de un hermoso sendero, después de recorrer casi 3 km. llegamos a Burguete, pronto divisamos los tejados rojos y las casas blancas, ventanas con encajes y balcones florales.
Cruz de Roldán
La Cruz de Roldán en el Bosque de Sorginaritzaba conocido también como "Robledal de las Brujas", en el límite entre Roncesvalle y Burguete, se alza este conocido cruceiro del S. XVII, con el fin de cristianizar aquel lugar donde se celebraban ritos de hechicería, la iglesia la mando construir en piedra blanca, fue reconstruida tras la destrucción por las tropas francesas en el S. XVIII.
Iglesia de San Nicolas de Bari - Burguete
Pasamos por delante de la Iglesia de San Nicolás de Bari y sorteamos las canaletas de desagües de la calle para llegar a la Casa Rural Loigorri donde nos hospedaríamos esa noche, está estructura ingeniosa se ha construido para dar salida a los arroyos del río Urrobi, mientras haya correntia en las canaletas en el invierno el hielo acumulado no se congela en los umbrales de las casas.
Entramos en una hermosa casa tradicional, nos sorprendió el suelo de madera y la esmerada limpieza que el hogar desprendía, muebles antiguos, camas mullidas con sábanas blancas, dicen que las casas de las abuelas son como libros abiertos repletos de miles de historias, para mi esta casa es una especie de enciclopedia de varios tomos.
La Sra. Luisa nos instaló en el primer piso, después de asearnos bajamos al Hotel Loizu para cenar, desde hace algún tiempo algunos hoteles de la zona no han tenido más remedio que adaptarse a la crisis, ofreciendo menú de peregrino, un lugar acogedor, nos recibieron amablemente dándonos paso al comedor, existen varios menús para elegir, comimos muy bien, brindamos por la etapa conseguida y devoramos las viandas.
La velada transcurrió plácidamente, nos relajamos y los sentimientos florecieron, abrimos nuestro corazones y las vivencias personales salieron a la luz, el Camino cambian a las personas. Gracias Santiago por enviarnos señales, cada vez que entramos o salimos de cada pueblo de la ruta marcada tañen las campanas, el revoloteo de las mariposas a nuestro paso es amor y libertad, habrá cambio y seremos valientes en nuestro caminar, símbolo de inmortalidad, nos advierte que los espíritus de nuestros seres queridos nos protegen.
Burguete - Larrasoaña - 30 de Septiembre de 2010
El cielo amanecía cubierto, una especie de llovizna mojaba las calles, después de levantarnos y a poco de las ocho de la mañana entramos en la panadería para desayunar, el olor a dulce y pan caliente impregnaba el ambiente, los peregrinos se iban concentrando en la tahona, junto a nuestra mesa una chica extrajera nos preguntaba algo en francés, rápidamente señalamos a Lola que era nuestra traductora de idiomas y nuestro diccionario personal.
Preguntaba “si íbamos solas y si podía unirse a nosotras”, rápidamente contestamos y sin dudarlo todas dijimos “que sí”, nuestra nueva compañera se llama Dian, es de Quebec (Canadá), habla francés y muy poco español, está realizando el Camino de Santiago con la intención de aprender nuestro idioma, curioso si se ha unido a nosotros aprenderá lo más probable Andaluz.
Emprendíamos la tercera etapa, en esta ocasión llegaríamos hasta Larrasoaña, 25 km. aproximadamente nos esperaban, cruzamos las pasarela del arroyo para seguir por un camino flanqueado por extensas praderas pobladas de ganado vacuno, hermosas flores de azafrán de borde silvestre adornaban en camino, tras superar un pequeño repecho llegamos a Espinal, primer pueblo del Valle de Erro.
Otro chiqui.
Azafran - Crocus Nudiflorus
Atravesamos el pueblo para salir a la carretera a la altura de la Iglesia de San Bartolomé, por pista de diferentes pisos subimos hasta el Alto de Mezkiritz, junto a la carretera hay una lápida con la imagen de la Virgen de Roncesvalle, una inscripción que dice “Aquí se reza una salve”, seguimos las instrucciones y rezamos, cada uno en su lengua, claro está.
Virgen de Roncesvalle
En aquel momento todo se detuvo en el tiempo y se hizo presente su figura, entonces elevamos nuestras oraciones en armonía con el reino de los cielos, con el silencio de una soledad compartida y con el alma de la tierra que nos da de beber y de comer, y proclamamos su sabiduría, y un río de ternura alivio nuestro espíritu.
Tras la cancela metálica nos adentramos en el hayedo, rodeadas de acebos, boj y enormes helechos avanzábamos, las zarzamoras nos brindabas sus frutos, que al poco andábamos comiéndolos, Joaquín nos pasaba diciéndonos “os vais a poner moradas”, ya éramos las tres gaditanas comedoras de moras, instantes después oíamos un saludo, eran José y Marta, la pareja de Valencia que pasaban en bicicletas, nos alegró mucho volverlos a ver.
Marta, Carmen, José, Loly y Tere.
Atravesamos varios pueblos antes de llegar a Zubiri, tras cruzar el puente de la Rabia bajamos hasta el río Arga, Carmen venía con un tirón en el gemelo, así que nos descalzamos, nos remangamos y nos metimos en el agua, en la orilla se iban congregando los pelegrinos que seguían nuestros pasos, el agua fresca nos aliviaría el cansancio de nuestras piernas, al salir del río le di un masaje para aliviarle el dolor, uno de los peregrinos que andaba por la ribera solicito que cuando terminará con ella siguiera con él, y así fue, él lo dijo de broma, pero sin dudarlo también recibió su recompensa, creo que la anécdota quedará para la historia, nos reímos un montón, Bautista, que así se llamaba el chico gallego, cuando se presentó solo vino a mi mente la imágenes de San Juan Bautista bautizando al Señor, coincidencia o no, Santiago lo puso en nuestro camino.
Tras los momentos divertidos, nos calzamos y subimos al pueblo para repostar agua en la fuente, luego entramos en el Albergue Zaldico para utilizar los servicios, la chica insistía de que iba a llover, para ver si picábamos y nos quedábamos, dejamos el pueblo tomando una calzada junto al río Arga, de nuevo en la carretera rodeamos la Fábrica de Magna para bajar por unos escalones construido con travesaños de madera, tras el cruce de carretera pasamos junto a una lápida en memoria de un chico japonés, continuamos de nuevo por otro tramo de calzada para cruzar dos pequeñas poblaciones antes de llegar a Larrazoaña.
Sobre las 17:00 h. llegamos a la Pensión Casa Sangalo, el dueño Alfonso es sobrino de nuestra queridísima Claudia, la monitora de adulto de nuestro pueblo, “el mundo es un pañuelo, coincidencias de la vida”, nos recibió bien al saber que éramos de Rota, un personaje singular, se nota al cuarto que es un zorro viejo, se aprovecha del peregrino en todos los aspecto, algo manipulador y tacaño.
Concurrida estaba la hora de la cena, no había ni una mesa vacía, el dueño coloco a las personas de modo que pudieran conversar, ya que distintas nacionalidades se concentraban en el comedor, coincidimos de nuevo con Joaquín, un peregrino que habíamos conocido durante la jornada de ayer, jubilado ganadero, del norte de Navarra de un pueblecito cerca de Francia, no recuerdo de donde, hablaba y hablaba sin parar, los demás andábamos cansados y el aún tenía cuerda, también coincidimos con los chicos gallegos, Joaquín y Bautista, que llegaron tarde, pero el dueño les hizo un hueco.
Riquísimas las viandas de Navarra, tomamos ensalada, espárragos a la vinagreta, pochas, lomo con salsa de pimientos rojos y helado, después de la exquisita cena nos fuimos a dormir, sobre las 21:30 h. Carmen ya duerme y Lola y yo andamos escribiendo en el diario.
Larrazoaña - Zariquiegui - 1 de Octubre de 2010
Tan temprano nos acostamos que para mí era imposible dormir tantas horas seguidas, a las 5:00 h. andaba sentada en el hueco de la escalera escribiendo y esperando que pasase el tiempo, poco después los peregrinos extranjeros estaban levantados, mis compañeras aún tardaran en rato en hacerlo.
Tras el desayuno y después de suplicar algo más de mantequilla para nuestras tostadas comenzamos la jornada, hoy deberíamos de andar cerca de 26 km. hasta Zariquiegui, retomamos nuestros pasos de ayer subiendo la calle San Nicolás hasta el puente, algunas puertas de los caseríos navarros están adornados con flores secas de los cardos borriqueros, dicen que es un rito ancestral para espantar a las brujas y a los malos espíritus.
Curiosidad, mientras caminábamos nuestro compañero Joaquín nos iba relatando las tradiciones que aún existen en los pueblos navarros, una de ellas es que se recolectan los helechos, estos se guardan colgados y se secan durante un año, luego se queman en la noche de San Juan, con las cenizas obtenidas se purifica el ganado haciéndoles la señal de la cruz en la frente, otra historia que se mantiene aún viva es de antaño, de la época de las lamias y de las brujas, un licor que se hace con frutos silvestres, hierbas aromáticas y raíces y que lo llaman licor de brujas.
Hoy el camino ha sido mucho más relajado y llevadero, entre árboles, matorrales y endrinos continuamos paralelo al río Arga, tras cruzar el Puente de Zuriain seguimos por el asfalto unos metros para luego tomar el desvió que iba a llurdotz, las enormes babosas de vez en cuando se cruzaban en nuestro camino, las que observamos son del tipo limax que salen cuando llueve o la densidad de humedad es alta.
Tras una noche sosegada, un amanecer silencioso.
¿Cómo puedo plasmar el movimiento?
¿Cómo puedo plasmar el movimiento?
Ante estos ojos inquietos, ahí en el horizonte del camino,
Mi compañera peregrina filtra la luz de la mañana,
Otra vez una nueva promesa, otra vez la belleza…
Este bello sendero nos lleva hasta el río, elegimos tomar el camino tradicional, dejando a un lado La Iglesia de San Pedro y el puente romano de Iturgaiz continuamos por una estrecha vereda colonizada por vegetación arbustiva.
Puente de Iturgaiz
Seguimos el sendero hasta Trinidad de Arre y Villava, cruzamos el puente medieval de seis arcos sobre el río Ulzama que da acceso a la Ermita románica y al Convento, unos metros adelante el Batán, el cuál no pudimos visitar al encontrarse cerrado, nos percatamos que en el pueblo estaban colocando barricadas, sospechábamos que habría habido o habría algún festejo, preguntamos y nos dijeron que desde el día 2 al 10 se celebraban las Fiestas de Villava y que habría sueltas de vaquillas.
Antiguo Señorio de Arleta
Batán de Villava
Río Ulzama
Esquivando las empalizadas tomamos la calle Mayor para salir del pueblo, continuamos pasando Burlada y al poco estábamos en el merendero del cruce, donde descansamos para tomarnos el tentempié.
Puente de la Magdalena - Pamplona
Puerta de Francia
Entramos en Pamplona atravesando el puente de la Magdalena por la Puerta de Francia, llegamos al Ayuntamiento y continuamos por la calle Mayor pasando por el Palacio de Ezpeleta para llegar al Parque de la Taconera donde decidimos hacer una parada de 20 m., mientras curaba las ampollas a nuestra amiga Dian las compañeras se acomodaban en los bancos continuos para el descanso.
Ayuntamiento Pamplona
Fuente de la Mari Blanca - Parque de la Taconera
Salíamos de la ciudad dándole la vuelta al Castillo, un hermoso parque construido alrededor de la Ciudadela, tras cruzar toda la avenida llegamos a la Universidad de Navarra, en la cual entramos para que nos sellaran las credenciales, abandonamos la Institución cruzando el Puente Acella sobre el río Sadar, atrás quedaba la cuenca de Pamplona y frente a nosotros el Valle de Valdizarbe, una de las puertas interpolares del Camino de Santiago, una de tantas que debemos de atravesar en nuestra búsqueda.
Arce Japonés - Río Sadar
Tras 2 km. sobre un andadero entramos en Cizur, una pequeña población residencial, el sol a esta hora era abrazador, como ansiábamos la sombra de los verdes árboles, durante la subida no existía vegetación alguna, ganábamos altura entre campos de cereales y barbechos, la cosecha del grano ya había sido recogida, así que aún la campiña presentaba su cara más desnuda y solitaria, la cuesta se nos hizo interminable, poco después llegábamos a la balsa de Guendulaín y aún seguíamos subiendo cuando ya distinguíamos las primeras casas de Zariquiegui, unos bancos al lado de una lápida en memoria de un peregrino belga fallecido este mismo año nos dio un respiro antes de entrar en el pueblo.
Balsa de Guendulaín
Iglesia de San Andrés - Zariquiegui
Sobre las 18:30 h. por fin llegamos a Zariquiegui, la Iglesia de San Andrés nos recibe, un hermoso templo que aún conserva la portada románica, tan solo una pequeña cuesta y ya estábamos en el albergue, nos recibieron como en casa, Kike nos condujo a la habitación y nos dijo que si queríamos ver la iglesia pasáramos a hacerlo ya que a las 19:00 h. la señora que la atiende estaría allí.
Virgen romanica de Zariquiegui
Santiago Apóstol
Dejamos las mochilas y bajamos a visitar la iglesia, la señora nos cuenta que la imagen románica de la Virgen de Zariquiegui fue encontrada en unos de los armarios de la casa del antiguo párroco, data del S. XI, desde entonces preside el altar principal, también existe una imagen en piedra de Santiago Apóstol que fue encontrada bajo el suelo antiguo de la iglesia cuando la parroquia fue restaurada.
Tras nuestra sesión histórica volvimos al albergue, después de asearnos bajamos a cenar, compartimos mesa con Alain y Philippe, compañeros franceses del camino, la comida exquisita y la velada aún más, agradecida a Santiago por concedernos que ambos nos acompañaran en la cena, y feliz porque nuestra amiga Dian tenía con quien conversar en su idioma, tanto Belén como Kike, los dueños del albergue fueron encantadores, da gusto recibir tan agradable recompensa al final de la jornada, la casa está decorada con exquisito cuidado y pulcritud, es muy acogedora, y ni que hablar de la cena, tomamos ensalada, lasaña de espinaca o de carne y de postre leche frita con helado, por cierto yo repetí el postre, rico, rico, rico.., nos lavaron y nos secaron la ropa, por la mañana las tendríamos limpita encima del sofá, nos sentimos como en casa, tan confortable que no queríamos marcharnos, después de la agradable velada nos fuimos a la cama.
Zariquiegui - Puente la Reina - 2 de Octubre de 2010
A la 5:30 ya andaba por el salón de la casa, después de siete horas durmiendo era imposible aguantar en la cama, al poco los compañeros franceses andaban levantados y desayunando, ellos acostumbran a salir de noche, aprovechan las horas frescas para caminar, nosotras somos más perezosas salíamos sobre las 8:30 h. dejando atrás la última población de la Cendea de Cizur.
Fuente de la Reniega
No hay calles, solo caminos de tierras y senderos que cruzan los campos arados a esperas de que de nuevo sean sembrados, la fuente de la Reniega nos da un respiro, pero la silueta del Alto del Perdón nos llama, coronada por la obra de Vicente Galbete, nos observa en el silencio de la mañana, el verano ya se fue y el viento del otoño, aún cálido, nos anuncia que pronto el invierno vendrá, una hilera de aspas adorna la cordillera, que diría Don Quijote del ejercito de aerogeneradores, si estuviera aquí lucharía igualmente con ellos.
Nos hicimos la foto para inmortalizar el momento en la famosa escultura metálica, y continuamos, en esta ocasión casi 11 km. en descenso hasta Puente la Reina, han acondicionado la bajada con travesaños de madera, de vez en cuando descubríamos en los borde del camino la flor del cólquico, resulta ser un azafrán silvestre, la historia nos cuenta que es derivada de la envenenadora Medea, el bulbo y las semilla contiene colquicina y nos pone sobre aviso la poca confianza que esta planta nos da, pero su hermosura nos atrae, andábamos por reinos de brujas y hechiceras, supongo que en la época la usarían para sus pócimas
Flor de Otoño - Cólquico - Colchicum autumnale
Pasamos por Uterga junto a la Iglesia de la Asunción, poco después parábamos en el Restaurante Camino del Perdón, de allí salimos todas con la camiseta del Camino de Santiago, como si de un equipo de futbol se tratara, atravesamos Muruzábal y avanzamos por un sendero con perfil compacto a través de almendros, endrinos y zarzamoras para entrar en Obanos, nos surtimos bien durante el trayecto de frutos secos.
Iglesia de la Asunción
Tras una cuesta marcadas con vieiras entramos en Obanos, tuvimos la oportunidad de entrar en la Iglesia de San Juan Bautista, estaba abierta pues se estaba celebrando un bautizo, tras la ceremonia solicitamos del párroco nos sellara las credenciales, nos cuanta que en la iglesia existe cuatro imágenes de San Juan Bautista y que esté personaje sobrevivió de miel y langosta, con la picaresca de que no eran langostas del mar, sino saltamontes del desierto.
Iglesia San Juan Bautista - Obanos
La posibilidad de estos acontecimientos que rodean al personaje, creo yo a mi entender y por lógica, coincidirían con una época corta de su vida, los saltamontes estarían disponibles en abundancia y le aportarían un alto contenido de proteínas en tan desdichada supervivencia, yo soy más realista, no creo que San Juan Bautista viviera toda su vida de esos manjares.
Plaza de los Fueros
Salimos de la Iglesia, dejando la Plaza de Fueros para pasar por el Arco de Obanos, punto donde se une el Camino Aragonés con el Francés, al poco ya entrabamos por Puente de Reina, justo en la entrada está el Albergue Hotel Jakue, hoy había sido una jornada corta de 13 km., nuestra piernas necesitaban un descanso.
Dejamos algunas cosas en el albergue y nos fuimos a visitar el pueblo, aprovechamos la ocasión para almorzar, de vuelta un espectacular remolino de confetis y billetes de colores nos sorprendía en la puerta de la Iglesia y Convento del Crucifijo, se habían celebrado una boda, empezamos a coger billetes, estos eran de pega, pero era divertido recogerlos para que los nietos de Carmen pudieran jugar con ellos.
Iglesia y Convento del Crucifijo
Después nos tomamos la tarde de descanso, algunas decidieron dormir la siesta, “Bueno creo que la recolectora de frutos secos, poca tregua le dio para descansar, el ruido de los martillazos partiendo almendras y nueces se oían en las habitaciones” y como dijo mi amiga Loly “Si no puedes con el enemigo, únete a él”.
Por la noche algunos de los peregrinos nos fuimos a comprar viandas para cenar en el albergue, la Feria Artesanal del Pimiento se celebraba este fin de semana, nosotros tuvimos suerte y la pillamos.
Varios productores de la localidad colocan sus puestos de venta en la denominada "Campa de la Fundación Mena" en los meses señalados y durante toda la jornada. En estos puestos se venden tanto distintas variedades de pimientos como otros productos agrícolas típicos de la zona.
Mientras los compañeros compraban los productos para la cena, Dian y yo preguntábamos por la típica máquina de asar pimientos, una especie de torva con figura de caballo, por el cuello se introducía los pimientos y mediante una manivela el agricultor giraba digamos que el cuerpo de la infernal maquinaria, los cuales se asaban al instante por el elevado calor que desprendía las llamas, asados los pimientos eran luego escupido por el trasero del artilugio, muy curioso el aparatito.
En el albergue, todos colaboramos en poner la mesa, degustamos la exquisita comida del lugar, pimientos asados, picadillo, queso y jamón serrano, acompañado por supuesto por el vinito de la tierra, tras la cena esta que escribe cansada se fue a la cama.
Puente la reina - Estella - 3 de Octubre de 2010
Salimos cerca de las 9:00 h. de Puente la Reina, los compañeros que se quedaron en el albergue habían partido bien temprano, Dian nos dejaba quedándose un día más en el pueblo, sus ampollas debían de curar, tras el desayuno nos despedimos de ella.
Atravesando el Puente románico de la Reina sobre el río Arga, entre subida y bajada avanzábamos a veces por pistas y otras por asfalto, la verdad es que se estaba haciendo cansada la etapa de hoy, 22 km. hasta Estella.
Puente de la Reina
Entrabamos en la comarca de Val de Mañeru y llegábamos al pueblo que da nombre al valle, poco después pasábamos por Cirauqui, salíamos del pueblo por la Calle Forzosa, nos hizo gracia el nombre de la vía, ya que era la única dirección a seguir, pero más nos reímos cuando esta rúa terminaba en el cementerio, como dirían en mi pueblo “por cojones”, salíamos del municipio para pisar los vestigio del pasado, parte de un puente y de una calzada romana de la antigua Pompaelo, marcábamos nuestra pisada en tan importante descubrimiento.
¡Te pillamos!
Avanzábamos por el borde de la nacional cuando pasamos por debajo del Viaducto del Canal de Alloz para acabar a orillas del río Salado, tras una exigente cuesta llegamos a Lorca, localidad del Valle de Yeri, pasamos junto a la Iglesia de San Salvador, antes de llegar a Villatuerta cruzamos el puente románico del río Iranzu, donde paramos para descansar.
De nuevo en el lugar se iban concentrando los peregrinos conocidos del Camino, tras refrescarnos los pies y curarnos algunas heridas continuamos hasta Villatuerta, después de cruzar el pueblo seguimos hasta el merendero de la Nacional, han construido un paso subterráneo, un trágico accidente ha sido el desencadenante de la estructura de piedra, en el lugar han colocado una hito coronado por una Virgen en memoria de la peregrina canadiense fallecida, ha tenido que ocurrir un desgraciado suceso para que la autoridades pusiera remedio en tan peligroso cruce.
Iglesia de la Anunciación - Villatuerta
Los últimos kilómetros hasta Estella fueron interminables, teníamos la sensación de que el pueblo nos lo habíamos pasado de largo, sin embargo bien escondido estaba el condenado, cruzamos el puente moderno sobre el río Ega, afluente del Ebro, el curso del río nos llevó hasta la entrada del mismo, la espectacular Iglesia del Santo Sepulcro nos da la bienvenida, nos acercamos a la orilla para echarle el pan duro que traíamos a la colonia de patos y a las palomas existente en el lugar, comenzaba a chispear cuando entrabamos en un bar para tomarnos un tentempié.
Iglesia del Santo Sepulcro - Estella
Qué bien nos sentó la tapa de tortilla con verdura, riquísima, luego nos dirigimos al Hostal San Andrés, desde Pamplona evitábamos dormir en los albergues municipales, por eso de los bichos, ya que estos viajan con el peregrino, y la idea de pillar algunos especímenes no nos gustaba nada.
Dos habitaciones contiguas con un baño compartido para nosotras, nos instalamos cómodamente y bajamos a visitar el pueblo, una antigua escalinata en mal estado nos conduciría a la Iglesia de San Miguel, comenzaba a llover, dentro ya de la parroquia y como siempre a oscura, nos sentamos en el banco, comentábamos que sería costumbre tener las parroquias en penumbras, cuando, un chico joven que oraba nos decía, que nos encendería las luces, fue fugas la visita, en cinco minutos ya se apagaron, el tiempo justo de encender unas velas y sacar una foto.
Iglesia de San Miguel
Con los chubasqueros puestos bajamos hasta la Iglesia de San Juan donde escuchamos misa, tras la homilía buscamos donde comer, después de revisar los menús de algunos restaurantes elegimos el Restaurante Casanova, a continuación de la exagerada y exquisita cena nos fuimos a dormir, el sonido de la lluvia cautivaba la noche.
Estella - Arcos - 4 de Octubre de 2010
Se había llevado toda la noche lloviendo, desayunamos en la panadería de la plaza y luego comenzamos nuestra jornada, un poco más de 19 Km. andaríamos en el día de mi cumpleaños.
Atravesamos el pueblo y continuamos por Ayegui, antiguo señorío eclesiástico, que se encuentra unido a Estella, poco después llegábamos a la Fuente del Monasterio de Irache, la pila mana agua y también vino desde 1991.
Monasterio de Irache
Hoy nos tocaba andar por pista, la lluvia imprevista y el fuerte viento nos hacía ir con la cabeza baja aguantándonos el chubasquero, siguiendo la ruta tradicional llegamos a Azqueta, el único bar existente permanecía cerrado, así que para tomar algo caliente tendríamos que andar un kilómetro más, hasta Villamayor de Monjardín, mientras descansábamos se nos une dos chicas, Ricarda y Maribel, de Gijón y Salamanca, encantadoras por cierto, se integraron perfectamente en nuestro grupo.
Castillo de San Esteban de Deyo - Villamayor de Monjardín
Iglesia de San Andrés - Villamayor de Monjardín
Avanzábamos hasta el siguiente pueblo cuando allá en el monte se divisa el Castillo de San Esteban de Deyo, pasamos junto a la Iglesia románica de San Andrés y subimos las escalinatas hasta el Bar de Ilarria, mientras andaba yo en el baño, las picaruelas de mis compañeras estaban tramando algo, ¡sorpresa!, habían comprado un bizcocho y una vela y entre todos me cantaron cumpleaños feliz, bueno, menuda sorpresa, repartimos dulces a todos los presentes, gracias compañeras.
Yun, solitario peregrino coreano, que de vez en cuando nos encontramos en el Camino, dice que “da suerte cumplir abriles en el año jacobeo”, no sé si será verdad o no, pero cuando retomamos el sendero las nubes desaparecieron y el sol brilló, entre extensiones de viñedos y campos de cereales enfrentamos los últimos 10 km. de la jornada hasta Arcos, aguantando el fuerte viento de N.O.
Villamayor de Monjardín
Tierra de labor, de suaves colinas y horizontes ondulados, la naturaleza callada impregna de colores los pastizales, insignificante el peregrino ante la maravilla de estos campos, hicimos un descanso sobre las alpacas recogidas del trigo, un par de perros de la raza beagles correteaban a nuestro paso, ya sentadas en el suelo y andaba yo ensimismada cuando Carmen gritaba despavorida, una pequeña lagartija paseaba por las piernas de Loly, esta serena le decía a la otra “tranquila, no la mates” , y la otra no sabía dónde meterse, que risa, ja, ja, ja.
Cuando hace viento lo mejor es gritar
La noche anterior habíamos reservado habitación en el Albergue casa Alberdi, tuvimos que cruzar todo el pueblo para llegar a él, la primera impresión que nos dio el lugar fue de casa de alterne, aislado, desierto, cutre, y para ir al baño debías de salir al descampado, bueno sintiéndolo mucho nos fuimos a buscar otra cosa.
Llegamos al centro y un cartel anunciaba la Casa de la Abuela, estábamos instalándonos cuando por el balcón oímos a Loly saludar a alguien, menuda sorpresa, era José uno de los compañeros del camino, quedamos para cenar juntos en el albergue, en esta ocasión sería las chicas quien compraría las viandas.
Reunidos de nuevo en la puerta del albergue, Santos, una persona que ha recorrido muchos países y lugares, que el tiempo y la tierra le ha enseñado la sabiduría de la vida, y que esta sabiduría le ha otorgado experiencia, y que esta experiencia la canaliza mediante los versos que escribe y compone. Nos sorprendió con unos versos a su llegada, escritos en una servilleta de papel, se titula:
Lágrimas de Otoño
Llora el árbol el ciclo de la vida,
en el otoño; derrama sus dolores;
ya falto de perfumes y amores,
la hoja en promesa convertida.
La risa juvenil de sus verdores,
de su alegre verdor ya desvestida,
viene al suelo en lágrimas vestida,
en promesa de nuevos esplendores.
Yo camino encharcado entre los llantos,
del haya, del nogal, del avellano,
y rescato de sus lloros estos cantos.
Que me hace a mí, ser más humano,
y por tanto, sentirme que entre tantos,
soy la sal del llanto de mi hermano.
Profundo ¿No?, bueno dimos un paseo y tomamos café, Santos acompaña a su amigo José, este enviudo hace poco y lo estaba pasando realmente mal, hay personas que necesitan más tiempo para superarlo, y valor para afrontar el vacío del ser querido, luego entramos en un comercio para comprar la cena, ya en el albergue dispusimos la mesa.
“A pesar de la quietud del cielo sin nubes, del viento que mesaba las mieses, de la paja que volaba a su antojo, del pájaro que con su canto animaba seguir caminando, por la noche la mesa nos esperaba con una hogaza de pan y una copa de vino, el comer se convierte en un recreo para el paladar, y a este lugar el caminante siempre deseara regresar”.
Historia de la Casa de la Abuela.
Dª Expectación Gastón Remírez, tenía una casa rural en el centro del pueblo y una pequeña tienda cara al público en su propia domicilio, casi todos los hogares navarros en aquella época contaba con bodega, ubicada en la Plaza de la Fruta, nº 8, de Arcos, Navarra, cerca de la Iglesia de la Sta. María y de la Puerta de Castilla, esta humilde señora también vendía telas, le encantaba coser y hacer ganchillo, a cualquier retalito le sacaba provecho, una mujer trabajadora que siempre andaba cuidando con esmero y pulcritud su casa, una vida llena de dedicación hacía su esposo Generoso y hacía su familia, trabajaba de lunes a sábado, pero el domingo era sagrado, respetuosa con todo el mundo y querida por su propio pueblo que la vio nace, le encantaba enriquecerse con el trato de la gente, ha sido y será una persona entrañable. Tras el fallecimiento de ambos abuelos el legado queda en manos de los hijos, es su nieta Sara quien salva la vivienda para que esta herencia no se perdiese, abriendo un albergue de peregrinos, con el nombre de Casa de la Abuela, las normativas actuales de seguridad e higiene han hecho que parte de la casa sea restaurada, pero aún podemos apreciar la esencia de la abuela, conserva las antiguas escaleras y los suelos de solería artesana, un lugar cálido y acogedor.
Arcos - Pamplona - 5 de Octubre de 2010
A las 5:20 de la mañana ya andaba levantada, el silencio de la mañana llena el edificio, las campanadas de la iglesia despierta a los lugareños, los peregrinos extranjeros marcharon bien temprano, hoy emprenderemos la vuelta a casa, tomaremos el autobús hasta Pamplona y allí el tren a Madrid.
Los Arcos
Iglesia de Santa María - Los Arcos
Éramos las últimas en salir del albergue, dábamos vuelta por el pueblo esperando el autobús, hacíamos tiempo entretenidas en los puestos ambulantes que habían colocado en la plaza, junto a la Casa de Villa o del Coso, denominación que le viene de cuando la plaza era utilizada a partir del S. XVI por espectáculos taurinos y sueltas de vaquillas, los Señores del Ayuntamiento y el Clero presidía dichas corridas desde el “Balcón de Toros”, sobre este balcón se encuentra el Escudo de Arcos.
Casa de la Villa
En el autobús camino de Pamplona nos relajamos, el sol que entraba por las ventanillas nos hizo pegar una cabezadita, ya en la ciudad teníamos que hacer tiempo hasta las 15:00 h. para tomar el tren, paseamos, comparamos regalos y almorzamos en el césped de la Ciudadela.
Monumento a los Fueros
Plaza del Castillo
Templete de Música
No podíamos dejar Pamplona sin corre unos metros por la Calle de la Estafeta.
La vuelta en tren fue bastante relajada, en Madrid nos despedimos, mis compañeras volvían en avión y yo me quedaría en la capital visitando la familia.
Madrid - Rota - 6 de Octubre de 2010
Después de pasar la mañana con la familia volvía a casa, tras cruzar media España y a la altura de Jerez de la Frontera el sol se escondía en el horizonte tras la Iglesia de Santiago, una estampa que nunca olvidare.
La nostalgia es, sin duda el sufrimiento cansado por el deseo incumplido por regresar.
Buen Camino amigas y amigos
A los poetas por su sabiduría,
A los amigos/as por su fe en mí,
A los cocineros/as por su trabajo exquisito,
A Loly por sus consejos literarios,
A Carmen por su don de gratitud,
A todos los peregrinos y a todas aquellas personas
que viven el Camino mostrándonos sus almas generosas.
¡Gracias a todos!