19 de junio de 2011

Río de la Miel

     Los caminos que recorremos son una pequeña muestra de los muchos que vertebran los montes de la zona, los cuales hasta no hace mucho tiempo eran las "autopistas" de nuestros abuelos para comunicarse con los pueblos de la serranía, cada uno de ellos recibe un nombre singular, ya sea por el río que los acompaña en algún tramo de su recorrido o por algún rasgo que los distingue de los demás.

     Durante la estación estival las propuestas ofertadas por nuestra Asociación van encaminadas a realizar actividades de agua, buscamos alternativas para esquivar las altas temperaturas del verano, así que los caminos y senderos de las sierras lo retomaremos en octubre.

     Hoy nos adentraremos en uno de los entornos más peculiares y fascinantes de la Península, y como despedida  viajamos al Parque Natural de los Alcornocales, y para recibir el solsticio de verano concluimos esta temporada con el sendero del Río de la Miel, nos desplazamos hasta la Barriada del Cobre, en el término municipal de Algeciras.

Acueducto - Barriada del Cobre

     Muy cerca del Colegio Santa María del Cobre encontramos el cartel indicativo de la ruta, una cancela delimita la entrada a los vehículos motorizados, pero en su margen izquierdo hay un acceso para los viandantes.




     El Río de la Miel nace en la Sierra de Luna y recorre el frondoso valle de la Sierra del Algarrobo, la abundancia de vegetación en galería genera un microclima característico de los ríos del Parque Natural de los Alcornocales, conocido como “Canutos”.




     En un primer tramo seguimos el camino de zahorra entre cortijadas y huertos, el paisaje va perdiendo la actividad humana y se adentra en la espesura del bosque, poco después llegamos al Molino de la Escalona, es uno de los pocos que aún funciona, actualizado con las nuevas tecnologías.






     Alcanzamos la ribera del río por un antiguo puente de estilo medieval,  era punto de paso de caminantes y caballerías entre la Bahía de Cádiz, Medina Sidonia y Gibraltar, y si nos vamos al campo romántico estos lugares le precede  historias y leyendas de bandoleros y contrabandistas.





     Durante gran parte del sendero debemos cuidarnos de no tropezar con las raíces de los enormes alisos, la frondosidad del este hermoso paraje nos acompaña durante todo el recorrido, la vegetación riparia sobrevive fundamentalmente por la humedad del suelo.




     Algunos tramos ha sido acondicionados con barandales, al poco ya estábamos en la Fuente de las Niñas, lugar de descansamos y aprovisionamiento de agua.




     Las ruinas del Molino de El Águila asaltan nuestro sendero, data del S. XVIII  y está formado por un edificio de dos plantas; en la inferior se encontraba el sistema sobre el cual el agua del río ejercía su fuerza, moviendo, incluso simultáneamente, sus dos grandes piedras molineras que trituraban el grano y que se encontraban en la planta alta.


      Más arriba observamos el sistema de caos utilizado en aquella época, el sonido del agua en su transcurrir nos acompaña hasta la señalización de final del sendero, tras un muro de piedra se encuentra la primera pequeña cascada.



     Tras saltar el muro continuamos un poco más arriba, donde la belleza de este paraje nos sorprende aún más, a poco andábamos sorteando un pequeño trepadero situado a la derecha de la primera poza, continuamos algunos metros más arriba para cruzar el río a la altura de la antigua tubería oxidada que está al otro lado.




Que pequeñas son mis manos
Y que torpe soy para caminar
Pero en mi corazón hay algo
Que quiero expresar
Y es lo que la naturaleza
Me ha querido dar
Luz, Color y Paz

Autor: Antonio Bedoya


     Pasamos una segunda poza, bastante concurrida por los senderista, antesala de la cascada más importante del itinerario, a través de un espectacular bosque de helechos alcanzábamos altura, llegamos a la conocida  “Cola de Caballo”, la bajada algo dificultosa nos lleva a orillas de este pequeño paraíso, los más atrevidos no tardaron en probar la fría agua de la hermosa poza.








     Tras el descanso, retornamos por el sendero ya andado hasta el Molino del Águila donde disfrutamos de las exquisitas viandas al igual que de momentos relajados y divertidos con el resto de los compañeros.



 Caballito del Diablo Azul

 Lagarto Oceolado




12 de junio de 2011

Avistamiento de Cetáceos

      La Empresa de Turismo Marítimo que habíamos contratado nos avisaba mientras nos dirigíamos hacia Tarifa de que la salida no podría ser desde esta localidad, el temporal de levante arreciaba con fuerza y deberíamos trasladarnos a la Bahía de Algeciras, estos cambios no tienen mi aprobación, nos condicionaron a aceptar lo que dicha empresa quiso, nos obstante cambiaron la programación y nos delimitaron a una sola cosa, aprovecharon que ya habíamos salido de Rota con el objeto de no darnos opción a cambiar la propuesta de ese día y el grupo tuvo que soportar las modificaciones de última hora.


     La Bahía de Algeciras, se encuentre en una crisis crónica de catástrofe ecológicas, cada vez con más frecuencia sufre todo tipo de accidentes marítimos, la realidad es otra de cómo nos lo pintaron en un principio, los pueblos pescadores han visto su entorno medioambiental invadido y degradado por las industrias.



     El Campo de Gibraltar era zona de interés turístico y medio ambiental, existen varios parque naturales que albergan una biomasa excepcional, como el Parque Natural del Estrecho y el Parque Natural de los Alcornocales y que los Estamentos pertinentes no cuidan.


     Ambos poseen una riqueza  singular, tanto una como la otra son zonas de migración de aves, cetáceos y cientos de especies marinas que atravienza en Estrecho cada año,  única puerta que une el Océano Atlántico con el Mar Mediterráneo, muchas especies deben soportar todo tipo de contaminación al atravesarlo.



     Las industrias instaladas a partir de los años 80 lo ha convertido en un vertedero de destrucción y muerte, aquí se practica el “Bunkeríng”,  y  ……. ustedes dirán ¿Qué clase de deporte es este? .


     Pues nada menos que la acción de que los barcos reposten fuera del puerto, aprovecha para soltar lastre y deshacerse de residuos ocasionados por la limpieza de cisternas y depósitos, con el peligro que conlleva, derraman petróleo e hidrocarburo, y ya no digo …. la polución continuada que todo ser viviente debe soportar.


     Ayer  mismo un buque escollo en el mismo puerto, volcando parte de los contenedores de carga, todos los hemos visto en las noticias, los animales huyen y la posibilidad de avistamiento es mínima, tan solo unos cuantos delfines listados viven soportando todo tipo de contaminación en esta bahía.


     Tras el cambio y después de recoger a la guía nos dirigimos al Puerto de Algeciras, después de embarcar,  salíamos en busca de la familia de delfines, bien sabía ellos que no veríamos otra cosa, pero en fin el grupo participante acepto el cambio como buenos anfitriones.









     Entre carguero, enormes buques y remolcadores pusimos rumbo a Gibraltar, eso sí sin salir de la bahía ya que adentrarnos en mar abierto estaba descartado por el fuerte levante, tras unos veinte minutos el patrón del barco ya dio el aviso del avistamiento, poco duro el regocijo de disfrutar de tan espectaculares mamíferos, una belleza que roza el límite de libertad.





     A poco más de una hora y media ya estábamos atracando en el muelle, ahora nos tocaba regresar a Tarifa, al no poder disfrutar de la playa lo único que nos quedó es dar tiempo libre y realizar un itinerario cultural por la localidad.

Castillo de Guzmán "El Bueno"

Plaza de la Constitución
Estatua de Guzmán "El Bueno"

Calle Típica

Mercado de Abasto

Puerta de Jerez


Iglesia de San Mateos

Fuente del Mesón

Biblioteca Municipal

Ayuntamiento

Plaza de las Ranas


     Podría a ver salido peor pero después de todo disfrutamos del día como buenamente se pudo.


Hasta la próxima amigos/as.