28 de mayo de 2011

Río Majaceite - Ruta Solidaria

     Nuestra Asociación lleva algunos años ofertando actividades solidarias dirigidas al colectivo de la Asociación de Minusválido de Rota, en años anteriores la participación fue bastante positiva, en esta ocasión la intervención por parte de los miembros de discapacitados fue escasa, este hecho no impidió que el resto de participantes no disfrutaran de un estupendo día en la naturaleza.
     De forma altruista y constructiva se pretende acoger esta iniciativa, mostrando al voluntariado que entre ambos grupo no existen barreras, la solidaridad permite que estas personas comparta el placer de practicar senderismo.


     Hoy nos hemos trasladado al término municipal de Benamahoma, en el Parque Natural de Grazalema, la ribera del Río Majaceite ha sido el lugar privilegiado para desarrollar la actividad ofertada, situado entre las estribaciones de  la Sierra del Labradillo y el Cerro de Ponce.

    
     Una vez en Benamahoma nos dirigimos al comienzo de la ruta, un puente de madera nos da acceso y nos introduce enseguida en la espesura, que por su disposición a lo largo del río constituye lo que denominamos un Bosque de Galerías, sin duda el hecho de que el río sea un curso permanente donde no falta el agua en todo el año, determina la frondosidad de esta lugar.



     Poco después estábamos en la zona de los batanes, solo queda algún resto aislado de las antiguas instalaciones que albergaba unos ingeniosos sistemas hidráulicos, el uso de este sistema suponía un elemento importante en la economía rural, ya que permitía la obtención rápida de paños para la confección de prendas de abrigos sin tener que depender del exterior, en la Sierra de Grazalema supuso contar con una Industria Textil importante durante el S.XIX, compitiendo incluso con las Industrial Catalanas.


      El itinerario se realizó en sentido descendente, atravesamos varios pequeños puentes, caminamos alternativamente de izquierda a derecha, observamos en el lecho del río grandes cantos rodados a causa de la erosión de la copiosa lluvia del invierno pasado, el agua corre libre formando pequeñas y hermosas cascadas.





     La influencia del río se hacía sentir, el sonido de las aguas y de la fauna existente nos acompañó durante todo el recorrido, pronto llegamos a las ruinas, donde en otros tiempos fue molino, denominado “Molino de Arriba”, encontramos indicio de ello, una rueca de moler donde algunos aprovecharon para inmortalizar el momento.





     Enormes fresnos acompañados por quejigos, higueras, nogales, moreras constituyendo un espeso manto donde apenas puede entrar los rayos del sol ayudada de una maraña de enredaderas y plantas trepadoras, pero la especie dominante de esté lugar arbóreo son las  distintas clase de sauces que observamos, una auténtica maravilla del Dios Divino.



     El primer descanso ya incito a unos cuantos a meterse en el agua, el agua corre fría he hizo que solo se mojaran los pies, momento relajados y divertidos.



Malva Silvestre
     La vegetación arbustiva es mucho más escasa, en zonas más claras observamos algunas adelfas, espinos y escaramujos.




     En las rocas y pegadas a ella crece el famoso culantrillo e inconfundibles especies de  helechos cuyas hojas poseen un color verde intenso.




      Por la izquierda el río recibe las aguas del Arroyo del Espino que baja de las laderas de Sierra Margarita y Lomas Becerra y cuyo valle atraviesa también una zona de gran interés natural.




    El sendero sigue por la parte derecha del río, de fácil acceso, el recorrido siempre descendente, minutos después pasaríamos junto a la piscifactoría y  llegaríamos al Área Recreativa del Albergue Juvenil donde terminó la jornada de hoy.





      Agradecer a nuestro compañero Antonio Bedoya por las fotos tan estupenda que nos ha cedido incondicionalmente, pues verdaderamente estamos encantado con las profesionalidad de su trabajo.

GRACIAS COMPAÑERO






20 de mayo de 2011

Pizarra - Tolox - El Torcal

VIERNES 20 MAYO

     La propuesta de hoy nos lleva a pasar un fin de semana en el Valle de Guadalhorce, concretamente nos dirigímos al término municipal de Pizarra, una pequeña y maravillosa población a los pies de la Sierra de Gibralmora, provincia de Málaga.

     Unos cuantos kilómetros nos separaba de nuestra Villa, salíamos temprano, poco después realizábamos la parada habitual para él desayuno, en el cruce de Algodonales, concretamente  en la Venta Sala, disfrutamos de un exquisito desayuno.


     Desde aquí las vistas eran espectacular hacia la Sierra de Grazalema, aunque la concentración de nubes no nos permitía disfrutarla por completo, como es habitual la mayor acumulación siempre está sobre El Torreón, máxima cota de esta increíble sierra.


     Tras el breve descanso continuamos, al medio día ya entrabamos en el Complejo Rural de El Realejo, ubicado en un antiguo cortijo a la entrada de Pizarra, tras el reparto de apartamentos nos dirigimos a visitar el pueblo.

Antigua Casa Consistorial

     Entre sierras y campos de cítrico emerge Pizarra, ésta data del S. XVI, cuando los Reyes Católicos donan estos terrenos al caballero Diego Romero de Figueroa, uno de los conquistadores de Álora, la cual fue cedida por cien fanegas.


     Palacio de los Condes de Puerto Hermoso, del S.XX y de estilo neomudéjar, ubicado sobre los cimientos de las viejas Casas del Mayorazgo, posee algunas pinturas, tapices, porcelanas orientales y platería importantes, el cual no pudimos visitar por ser de propiedad privada.


     Entre calles típicas y hermosos jardines llegamos a la Iglesia de San Pedro Apóstol, del S.XV, levantada gracias a Diego Romero, fundador de Lugar de Pizarra, para atender las necesidades de sus sirvientes y colonos.

     Tras el breve paseo hicimos un descanso para almorzar, nuestro compañero Sebastián ya nos esperaba en el Restaurante el Tropi, un lugar sencillo y acogedor, el servicio estupendo y el menú del día exquisito.



     Por la tarde visitábamos el Museo de Arte y Costumbres Populares Casablanca, creado en 1985, con piezas de la colección de Gino Hollander, pintor y coleccionista afincado en España, el tema central es mostrar al visitante el paso de la historia de Pizarra, desde restos arqueológicos, pasando por la edad de Bronce Antiguo, hasta nuestros días.


     Tras la visita algunos regresaron al Complejo Rural, otros los más valiente subíamos al Santo, un hermoso y caluroso día nos acompañaba, entre pinos, algarrobos, eucaliptos, vegetación arbustiva y plantas aromáticas caminamos aproximadamente en ascensión unos 2,5 km.

Área Recreativa Raja Ancha




Algarrobo – Ceratonia Siliqua


     El Santo o Sagrado Corazón de Jesús, en 1916 el entonces Conde de Puerto Hermoso, Don Fernando Soto Aguilar, manda construir el monumento en bronce y hierro, colocándolo en la cima de la sierra, en beneficio de Don Manuel González, Obispo de Málaga.





     Durante la Guerra civil este fue destruido, en 1940 se instala en el mismo una cruz de madera, depositándose en su base los resto de El Santo, más tarde esta fue destruida por un rayo, siendo sustituida por otra hasta la colocación del nuevo Sagrado Corazón de Jesús, la obra es del escultor jienense Don Miguel Fuente del Olmo.


     La altura de la Sierra de Gibralmora nos daba una panorámica espectacular, abriendo los brazos hacia la Vega del Guadalhorce, tras la última conquista de nuestras queridísima Melissa, que a pesar de su minusvalía consigo llegar, digna del esfuerzo y de superación, cada día nos alegramos más de tenerla como compañera de senderos, es una verdadera campeona.





     Apurábamos en descender, la noche se nos venía encima, un maravilloso atardecer nos daba el adiós cuando entrabamos de nuevo en el pueblo, cansados retornábamos al Complejo Rural y tras asearnos un poco y algo más tarde compartimos nuestras viandas con los demás compañeros, una cena familiar, disfrutamos de momentos relajados en buena compañía.




SÁBADO 21 MAYO

     Nos reuníamos con los compañeros del Grupo de Exploraciones Subterráneas de Pizarra en la  plaza del Ayuntamiento, trás recoger al nuevo grupo nos dirigirnos a Tolox, una pequeña población enclavada en el límite oriental del Parque Natural de la Sierra de las Nieves, su origen se remonta al neolítico.




      El autobús nos dejó justo en el Balneario de Fuente Amargosa, tomamos el paseo verde hasta el pueblo para poder desayunar en un típico y pequeño bar de los años sesenta, ambos grupos se fusionaron perfectamente, es agradable compartir nuestras aficiones, además nuestro objetivo, tanto de Sebastián como por parte de nuestra Asociación era conseguir el disfrute de la ruta ofertada, y aprovechando la ocasión pontenciar nuevas amistades, de hecho se consiguió positivamente.

Molino Viejo


     Hoy realizábamos el sendero del Arrollo de Horcajos hasta la Ermita de la Virgen de las Nieves, el intenso calor nos inducia a llevar un paso lento tras el desayuno, pero que no desanimo al grupo.








     La Ermita fue construida con piedras naturales del terreno conformando una bella imagen paisajística, enmarcada por los enormes pinos y las rocas calizas del entorno, un lugar privilegiado a los pies de  la sierra con vistas al Tajo de las Cainas, Cerro del Chaparrral y al Torrecilla.






     Tras el descanso en el Área Recreativa descendimos para volver a Tolox, buscábamos un lugar donde saciar nuestra sed, terminamos en la terraza del Bar de la Alberca.



     Después de visitar el Museo de Artes Populares y comprar algunos productos típicos de la zona de nuevo retornamos al Complejo Rural, tras un breve descanso nos dispusimos a disfrutar de una estupenda barbacoa que los compañeros senderista de nuestra Asociación habían preparado.



       Una estupenda velada junto a los nuevos amigos montañeros, más tarde y como debíamos madrugar nos fuimos despidiendo de los compañeros del GESP, aprovecho la ocasión para dar las gracias a Sebastián, por su colaboración incondicional que nos brindó y que tras la evaluación final debo decir que puede contar con nosotros en cualquier ocasione venidera.

DOMINGO 22 MAYO

     Tras el desayuno recogimos y dejamos el Complejo Rural poniendo rumbo al Torcal de  Antequera, según íbamos tomando altura las rocas comienzan a ganar espacio en el paisaje, los montículos grisáceos va salpicando el camino, entre ellos aparece el famoso Tornillo, que sin duda el la insignia que caracteriza el impresionante paisaje kártico.




     Una ola petrificada en el aire, un laberinto de piedra, el paisaje lunar en la tierra, el Gran Cañón Andaluz, poetas y novelistas han intentado describir este paraje natural sin saber que no hay descripción válida.



     Las palabras no consiguen acercarse a las sensaciones que transmite el pasear entre sus simas, sus torcas, sus columnas laminadas, la belleza del entorno radica en la fiereza de sus formas, en lo que esconden y evocan, en la energía que oculta bajo su piedra caliza.




      Este entorno emergió del Mar Tetis, los plegamientos alpinos de la Era Terciaria, como si de los dobleces de un papel se tratara, causaron los diferentes estratos acumulados en la Era Secundaria, hasta superar los 1.300 metros de altura.



El Indio

     En sus veinte kilómetros cuadrados de superficie habitan más de 664 especies de plantas y alrededor de unas 116 especies de animales.

Lagarto Ocelado - Timón Lepidus
     La tierra actúa de esponja y cuando llueve, el agua alimenta a la flora y la fauna y viaja por su interior hasta los treces surtidores naturales que se encuentran bajo el cerro, uno de ellos da lugar al Río de la Villa que fluye desde los pies de la montaña.



     Su formación se debe a un proceso que ha durado cientos de millones de años, nos remontarnos a unos 200 millones de años, cuando gran parte de Europa y Oriente Medio se encontraban bajo el mar de Tetis.


La Tortuga

     La erosión producida por el agua y el viento ha provocado que éste sea uno de los mejores ejemplos del relieve kárstico de la Península Ibérica.



     Hace millones de años el agua se filtraba en las rocas y cuando se congeló por las bajas temperaturas, produjo rupturas creando ranuras, grutas y cavidades, por ello, la piedra de El Torcal aparece laminada, como si alguien hubiera dedicado en aquel tiempo apilar grandes galletas de piedras.



     Un lugar de contrastes, el Torcal de Antequera  nos ofrece dos rutas, la Verde y la Amarilla, hubo una tercera, la Roja, pero se cerró en 1992 para asegurar la regeneración de sus espacios.


      En la actualidad, sólo senderistas federados y arqueólogos profesionales pueden realizarla con permiso previo de la AGMA.



     Nosotros realizamos ambas, el grupo se dividió según las posibilidades de cada persona, una vez finalizada ambas rutas volvimos a reunirnos, poco después hacíamos una sentada en el jardín del aparcamiento para tomarnos el descanso del almuerzo.


     Más tarde visitamos el Centro de Interpretación, acabamos en el Mirador de las Ventanillas, a 1.300 m. de altitud mirando hacia la Serranía Antequerana, Villanueva de la Concepción y al fondo hacia la derecha agudizando la vista  la ciudad de Málaga.


      Clausuramos las actividades ofertadas, a poco más andamos retornando a nuestra Villa, un pequeño paseo que nos facilitó descansar del intenso fin de semana, disfrutamos como enanos y las experiencias vividas fueron positiva.