26 de noviembre de 2011

Olvera - Ruinas de Acinipo - Setenil de las Bodegas

     Olvera unos de los últimos pueblos de la provincia de Cádiz, una blanca y apacible Villa entre cruces de camino, de raíces, de gentes y culturas en las tierras altas andaluzas.


      Enclavada entre peñascos Olvera fue plaza fuerte en las guerras fronterizas y perteneció a los dominios señoriales de los Duques de Osuna, su caserío se agrupa alrededor de la Iglesia de la Encarnación y del vigilante Castillo nazarí, desde donde se otea una dilatada campiña de olivares y dehesas.



     Olvera rica en aceites y sachinas, un sugestivo eslabón en la cadena de pueblos blancos de la Serranía Gaditana, todo este hermoso relieve se ve atravesado por los ríos Guadalporcún y Salado que desemboca en el Guadalete, principal vía fluvial de la provincia.



     Subíamos al Barrio de la Villa por un primitivo asentamiento olvereño hasta la peña rocosa del casco antiguo.





     Olvera fue antaño recinto amurallado, entre pequeñas casa blancas ordenadas en unas serie de estrechas de trazado irregular observábamos las raíces musulmanas.






     El Castillo árabe cuenta con un origen incierto, debió ser construido en época musulmana o en siglos anteriores.


     Formó parte del sistema defensivo del reino nazarí de Granada, enclavado sobre una peña en lo más alto del pueblo, presenta una planta irregular en forma de triángulo alargado que se adapta a la forma misma de la roca.




     Su única puerta de acceso está protegida por una barbacana y presenta señales de haber acogido un escudo, la fortaleza consta, además, de Torre del Homenaje, lienzo de muralla con paso de ronda, dos torreones, un recinto subterráneo y dos aljibes, uno de ellos ofrecía suministro de agua a la propia torre.

     La factura que hoy conocemos presenta evidentes rasgos cristianos, producto de sucesivas remodelaciones que hubo de sufrir el castillo desde su toma por las tropas castellanas, del castillo se conservan parte de la cerca de murallas que rodeaba el barrio de la Villa.




     Antaño este era el cementerio de los ricos, justo en el centro de la Villa, los pobres eran enterrados a la falda de la peña.

     Nos dispusimos a visitar el Sagrado Corazón de Jesús.



     Ubicado sobre un peñasco rocoso junto a la Plaza de Andalucía, este enclave esta ajardinado y urbanizado a base de caminos con escalera de piedras adaptada a las peculiaridades del terreno, nos conduce  en pendiente ascendente a través de árboles y  flores  hasta un hermoso mirador donde se alza el monumento.
 
 






     Iglesia Arciprestal de Ntra. Sra. de la Encarnación, construida sobre una antigua mezquita árabe, y sustituye a una primitiva iglesia gótica, cuyos restos se conservan en la capilla bautismal.




     Tras la visita cultural a Olvera nos trasladamos al Santuario de llos Remedios haciendo la pausa para almorzar.

 
     Santuario Ntra. Sra. de los Remedios, su origen se remonta al S. XVI, con una pequeña Ermita en el “Lugar de los Pinos” a cuyo altar se trasladó una imagen de la Virgen que se veneraba en la Iglesia Parroquial.






      Después del descanso del almuerzo nos trasladamos a las Ruinas de Acinipo, con la sorpresa de que no pudimos visitarla, ya que un cartel en la puerta nos indicaba que cerraba media hora antes del horario de visita, una gran decepción, viajar tantos kilometro para que normas burocráticas no dejen pasar un grupo por llegar cinco minutos tarde, el señor encargado de cuidar el lugar se cuadro ante nosotros negándonos la entrada, bastante desagradable la situación, a pesar de todo el grupo se resignó y nos marchamos dirección Setenil de las Bodegas.




      Nuestra guía Mª Ángeles no pudo desempeñar su trabajo al completo ya que la Oficina de Turismo de Olvera que fue la empresa contratada por nuestra Asociación no se cercioró con antelación de que los monumentos a visitar en Setenil de las Bodegas estaban en vía de restauración, otra gran decepción para el grupo, pues de nuevo hubo que buscar alternativas en esta ocasión ver los exteriores de los monumentos y hacer compras navideñas, buena sachina y buenos jamones ibéricos.

     Agradecer el trabajo desempeñado de ambas guías, Toñi y Mª Ángeles, por su gran profesionalidad.


5 de noviembre de 2011

Nacimiento del Río Hondón - Puerto de la Silla




     Durante toda la semana los participantes realmente estaban escépticos en relación a si podíamos o no salir de ruta, no obstante la positividad de las almas errantes nos vaticinaban que el sol brillaría regalándonos un día estupendo.

     Después del acostumbrado y exquisito desayuno nos dirigimos a Benaocaz, un hermoso pueblo blanco de la serranía gaditana, dentro del Parque Natural de Grazalema.




     Tomando el Camino de las Huertas de Castril y de Fuente de la Pileta llegamos al comienzo del sendero, junto al Camping de “Los Chozos”, denominado así por la peculiaridad de sus cabañas.


     El terreno estaba mojado así que extremábamos las precauciones para evitar incidentes, caminábamos hacia el noroeste buscando las cimas de Sierra Alta.

     Tras las lluvias intensas de los días anteriores, la borrasca iba pasando y nos permitía regalarnos una paleta de colores inolvidable, tras la tormenta las árboles erguidos nos mostraba su desnudez sobre una bella alfombra se hojarascas, que de vez en cuando era removida por el suave y frío viento de la montaña.


     Admirábamos los primeros verdes del otoño, notamos el despertar de la naturaleza y olíamos a tierra mojada, nuestro sentidos se agudizaban durante nuestro caminar, tomillo, orégano, menta …. y un sin fin de aromas que despertaban nuestras glándulas olfativas.



     Avanzábamos junto al lecho del Arroyo Pajarito, sus aguas han modelado en las piedras calizas figuras curiosas, alcanzábamos el Mirador del Ojo del Moro y poco después llegamos a la antigua calera, muy comunes por estas sierras en épocas pasadas, hoy quedan prácticamente restos de estas peculiares construcciones donde se fabricaban el carbón.
     El hermoso Valle del Jaral se abría ante nosotros, ofreciéndonos espectaculares vistas de la Sierra de la Silla. Pronto el sendero desaparecería y atravesábamos el monte siguiendo las señales de los senderistas. 


      Hoy un pequeño compañero me ayudaba a buscar esas señales, el ganado vacuno cuando menos va formando distintas veredas que hace confundir al caminante, prácticamente seguir un sendero fiable es completamente nulo en este valle,  entre zarzas y arbusto de monte bajo íbamos avanzando, así que disfrutando con mi amigo Pedro en buscar los indicios del camino conseguimos llegar a las ruinas del antiguo caserío.


     Atravesamos el valle y localizando el abrevadero siguiendo las lindes parcelarias hasta la cancela, un hermoso prado salpicado de centenarias encinas, que podrían contarnos infinidades de historias, tras la verja seguimos el pequeño barrizal hasta el Nacimiento del Río Hondón.






     Un sitio mágico, donde brota el caudaloso Manantial del Hondón, de aguas cristalinas, lugar idóneo para tomarnos el bocata.





     Después de un breve descanso nos tocó cruzar el rio, algunas compañeras nos descalzamos para ayudar a cruzar al  resto por un cordel de piedra hasta la otra orilla, otros prefirieron escalar las enormes piedras para evitar no mojarse los pies, y otros siguieron nuestra iniciativa quitándose los botas para sentir la propia naturaleza.





     Bueno ahora nos tocaba caminar por el carril hasta el Puerto de la Silla, donde nos recogería de nuevo el bus, no sin antes disfrutar de la maravillosa panorámica del Salto del Cabrero.










 
     Un día inolvidable compañeros/as, nos vemos en la montaña, o más bien en la próxima, que en este caso será cultural, gracias por vuestra participación y a los que se quedaron, temiendo no morjarse, pues se siente ellos se lo perdieron.






     Gracias a nuestro compañero Antonio Bedoya por su estupendo reportaje fotográfico, es merecido decir que es todo un profesional, y que a través de sus instantanea nos hacer vivir el momento compartido, felicidades amigo senderista.