29 de octubre de 2011

Benaojan - Jimera de Libar

Hoy nos hemos desplazado hasta la Sierra de Ronda, después de desayunar en el cruze de Zahara de la Sierra partimos hasta la hermosa Estación de Benaoján, el lugar es de esas postales antiguas en blanco y negro, y parece que no han pasado los años.

Lagarín y la Granja (El Gastor)



La ruta discurre por el Valle del Guadiaro entre encinas, quejigos y algunos olivos perdidos, las aguas cristalinas del río permiten que se vean los peces que habitan en ellas, en la zona más próxima al río, nos encontramos con un bosque de ribera formado por chopos, olmos, fresnos y sauces.








Saliendo de la Estación de Benaoján  tomamos la calle para cruzar el paso a nivel que hay a la izquierda, y acto seguido el puente del río, un panel indicativo nos informa de la ruta a seguir, si tomamos el sendero de la izquierda llegaríamos a la Cueva del Gato, en cambio nosotros giramos a la derecha para tomar un Sendero del Guadiaro, ya estamos en ruta por la Cañada Real del Campo de Gibraltar.




El recorrido es sencillo y no es muy largo, unos 7,5 km. prácticamente recomendable para hacer en familia, caminamos siempre por la vera del río, el sendero nos llevara hasta la Estación de Jimera de Libar, el camino era utilizado en sus tiempos por los lugareños para el tránsito de ganado de una población a otra, así como de vía de paso para comerciantes y contrabandistas de la postguerra para traer el “extraperlo” desde Gibraltar.







De perfil llano con algunos toboganes, pero el desnivel es bajo, una ruta que se convierte en un agradable paseo, pronto llegamos al molino abandonado, observamos la espectacular panorámica que nos ofrece la Sierra de Benaoján, con su cota más alta, el Pico Ventana  de 1.298 m. de altura, más adelante divisamos una enorme mole caliza, llamada El Cacho, donde se conserva las ruinas de un castillo árabe.






Seguimos caminando hasta llegar a una zona llamada Las Angosturas, por la inmensa hoz que el río fue excavando en la roca a lo largo de los años, dejando bonitas formas de tonalidades rojas, atravesamos un pequeño puente de madera y continuamos por la margen izquierdo del río, a poco nos encontramos una preciosa zona de meandros.


Línea que une Algeciras con Granada


Al terminar nuestro recorrido hallaremos una frondosa arboleda de nogales y un arroyo que se une al Guadiaro. Es un manantial kárstico cuyas aguas proceden de la sierra, el Macizo de Líbar se caracteriza por ser una de las sierras de roca caliza que mayor cantidad de agua almacena, dando lugar a la formación de acuíferos, que salen al exterior a través de manantiales.





Cruce de Paso a Nivel

Unos metros más y llegaremos a nuestro destino, la Estación de Jimera de Líbar, una construcción típicamente inglesa adornada con geranios y claveles, al genuino estilo andaluz, aquí realizamos la parada del bocata situado junto a la estación, al lado de unos antiguos vagones de tren.







Finalizada la ruta regresamos en tren a Benaojan y luego visitamos la Cueva del Gato.



Esta gran caverna es el curso subterráneo del río Gaduares que se sumerge en la Garganta del Hundidero para reaparecer tras 4,5 km. de curso hipogeo por la boca de la Cueva del Gato.



Agradecer a nuestro compañero Antonio Bedoya Cerpa por facilitarnos parte de las fotos que hoy exponemos.



Y se hacia de noche cuando regresabamos a nuestra Villa, una jornada estupenda, llena de amistad y compañerismo. 

Hasta la próximas amigos/as, nos vemos en la montaña.

18 de octubre de 2011

La Rabida-Moguer


     Tras las vacaciones de nuevo nos ponemos en marcha, en esta ocasión hemos comenzado realizando una Ruta Cultural, una estupenda mañana nos llevaba hasta La Rábida, tras realizar una parada en carretera para desayunar llegamos al monasterio.


     Esté está situado sobre una pequeña colina en el esturión donde confluyen los río Tinto y Odiel, conocida desde la antigüedad como Peña de Saturno, en Palos de la Frontera, Huelva.




     La figura de Cristóbal Colón nos da la bienvenida, el Hermano Fracisco amablemente nos hace de guía enseñandonos el monasterio y relatandonos su historia desde los comienzos, el Monasterio de Santa María de la Rábida es  de estilo gótico-mudéjar y sin duda ha sido la figura más importante en los acontecimientos acaecidos durante el S. XV, el descubrimiento de las Américas.



     Este cobro importancia con la llegada de Cristóbal Colón, el cual encontró refugio y atención por parte de los hermanos franciscanos, cuando llegó por primera vez recibió hospedaje y apoyo tanto científico como espiritual.



     Los hermanos frailes Juan Pérez y Antonio de Marchena fueron esenciales para sus intereses, a través de ellos consiguió contactar con La Corona y con la marinería de la zona.



     Fue el Capitán Martín Alonso Pinzón, quien junto a Cristóbal Colón realizó el primer viaje al nuevo mundo, poniendo a su disposición las carabelas La Niña y La Pinta, y él que más tarde descubrió América.


     Entre sus paredes se encuentran las raíces de los pueblos hispánicos, como recuerdo de este hecho se guarda en las estancias donde se alojó Colón, "El Poema del Descubrimiento" un mural albergado en el refectorio, realizado por el artista Daniel Vázquez Díaz en el S.XX.



     La Iglesia-Santuario es de dimensiones pequeñas y estructura compacta posee una sola nave y un hermoso artesonado de influencia mudéjar que cubre la bóveda primitiva. El ábside posee arcos apuntados. En las paredes conserva pinturas de Juan de Dios realizadas en el S.XVIII que tratan temas de la vida de San Francisco.

     El altar lo preside un Cristo que sustituye al destruido durante altercados en la guerra civil española, los azulejos procede de la escuela sevillana, se conserva algunas pinturas murales originarias al fresco, la más famosa la imagen en la Capilla de Nuestra Señora de los Milagros, patrona de Palos de la Frontera, en 1993, se celebró el V Centenario de la Evangelización del Continente Americano, Juan Pablo II coronó personalmente la imagen.



     Tras visitar el monasterio nos dirigimos al Museo del Muelle de las Carabelas, la recreación histórica al detalle de la sociedad, el ambiente y las circunstancias que dieron lugar al viaje de Cristóbal Colón son los ejes de este complejo, Maria Bellerín, una de las guías del museo nos pone en situación dandonos una pequeña introdución.


     Cristóbal Colón partió del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, al mando de tres carabelas: La Pinta, La Niña y la nao Santa María, meses más tarde, concretamente el 12 de octubre de 1492 esta expedición arribó a América.



      Pero en realidad no se trataba de tres carabelas, sino de dos carabelas y una nao, pues la Santa María, propiedad de Juan de la Cosa, era una nao construida en Galicia y conocida por La gallega antes de que Colón la rebautizara, su tripulación estaba formada por 40 marineros, imaginaros amigos/as en este cascarón las vicisitudes que pasarían hasta llegar al El Salvador.

¡Tierra a la vista!



     La nao se perdió para siempre el 24 de diciembre, cuando se encalló y se hundió a la altura del cabo Haitien en La Española, hoy Haití, la tripulación quedó en tierra por órdenes de Colón fundando el Fuerte Navidad, primer asentamiento español en tierras americanas.



     Más tarde visitamos el Parque Botánico José Celestino Mutis, se trata de un espacio natural, vivo y cambiante, que desde su inauguración muestra a los visitantes una creciente colección de flora recogida de los cinco continentes.






     Avanzado ya el mediodía dimos por terminada la visita a La Rábida, ahora nos tocaba seguir hasta Moguer para almorzar y visitar la Casa-Museo de Zenobia y Juan Ramón Jiménez.





   Es un edificio del S.XVII, en los últimos años ha sido restaurada en profundidad para recuperar todo el edificio de los importantes problemas que tenía como consecuencia del paso del tiempo, en el 2004 fue declarada por la Junta de Andalucía BIC.



     Juan Ramón Jiménez se trasladó a ella en 1883 a la edad de dos años, y donde vivió hasta los veinte años, momento en el que murió su padre, buena parte de la producción literaria del Andaluz Universal se centra en este ámbito familiar, según escribe el propio poeta:

"Es la que llenó de experiencia que luego serían entes
y sombras de mi niñez y mi primera juventud."


     El patio central de la vivienda está cubierto con una montera de cristales de colores, marca el eje central de la casa y a su alrededor se distribuyen las habitaciones.


     En la planta baja encontramos la biblioteca particular que el poeta tenía en Madrid, compuesta por miles de volúmenes, la hemeroteca con una importante colección de revistas literarias.



     En la planta alta encontramos los objetos personales del matrimonio Jiménez como ediciones de Platero y yo, retratos y cuadros, el despacho de Juan Ramón y algunos manuscritos.




    

Hasta la próxima amigos/as.