La siguiente foto es de un poema plasmado en un banco de una plaza de la ciudad de Chiclana. Como podemos observar, cualquier rincón puede estar dedicado a la cultura poética. Que sirva esto como introducción a esta publicación y como ejemplo.
Chiclana es una ciudad trimilenaria, de hecho se ha descubierto la ciudad fenicia en el Cerro del Castillo y que pudimos conocer a través del Centro de Interpretación Nueva Gadeira.
Chiclana fue fundada en 1303 por Alfonso Pérez de Guzmán. En el siglo XVIII experimentará un gran desarrollo económico contagiándose así de la intensa actividad comercial y mercantil de toda la bahía. Se construyen en esta época casas señoriales como la del Conde del Pinar o Casa Brake. La industria del vino que ha sustentado tradicionalmente la economía de la población con excelentes vinos que pertenecen a las denominaciones de origen Jerez-Xeres-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar, ha ido paulatinamente dejando paso al sector turístico con un auge espectacular en los últimos años. Posee también un entorno natural formando parte del Parque Natural Bahía de Cádiz, y desde donde se puede contemplar la pintoresca isla de Sancti Petri y donde según la tradición se sitúa el famoso Templo de Hércules, fundado para el dios fenicio Melkart, y visitado entre otros por Julio César y Aníbal.
A través de un recorrido por sus céntricas calles con Julen, nuestro guía local y visitando sus museos, hemos conocido esta importante ciudad gaditana. No la conocía y me dejó una grata impresión. Calles limpias, casas señoriales, edificios históricos reformados, y una explicación amena de su patrimonio.
Llegamos a la hora prevista y ya en el parking nos esperaba Julen:
El centro estaba cerca y caminamos para hacer una breve parada en las inmediaciones del Mercado Central de Abastos y el Museo del Vino y la Sal. Más tarde, cuando terminamos la visita, dimos una vuelta por el Mercado donde degustamos un papelón de chicharrones con su correspondiente cerveza y una visita al Museo.
Palacete del Conde de las Cinco Torres, del siglo XVIII y estilo neoclásico
En recuerdo de Antonio García Gutiérrez, famoso escritor chiclanero.
La Plaza de Jesús Nazareno, con la Iglesia Convento de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Es la joya más destacada del barroco local y edificada gracias a las aportaciones de mecenas gaditanos que comerciaban con América. Atesora sus retablos del siglo XVII y XVIII y la imagen de Jesús Nazareno, muy venerado en la ciudad. Las religiosas compaginan su vida espiritual con la elaboración de repostería, como las afamadas tortas.
La portada barroca de la Iglesia, está construida con mármoles blancos de Génova.
Escultura dedicada al Hermano Misionero Pedro Manuel Salado de Alba. Situada en la misma plaza.
Seguimos caminando y muy cerca se encuentra la Plaza Mayor o de San Juan Bautista.
Torre del Reloj, conocida popularmente como Arquillo del Reloj. Forma parte de las antiguas casas consistoriales ubicadas ene esta plaza. Es el edificio civil más emblemático de la ciudad. En la actualidad sirve de campanario a la Iglesia Mayor, que se encuentra justo enfrente. Está protegida como Bien de Interés Cultural desde 1985.
Iglesia Mayor de San Juan Bautista, del siglo XVIII, de estilo Neoclásico. Considerada como la obra arquitectónica religiosa neoclásica más importante de la provincia de Cádiz.
El arco, es lo único que queda de sus antiguas murallas.
Foto de grupo en las escaleras de la Iglesia Mayor de San Juan Bautista.
Nos dirigimos ahora al Museo.
Y en la misma plaza, el Monumento a un maestro del toreo chiclanero del siglo XIX, «Paquiro»
Preciosa fuente ubicada frente al Museo.
Fuera del centro histórico pero muy cerca, en el Cerro del Castillo se encuentra el Yacimiento Arqueológico Fenicio. Nos recibió una réplica de la escultura del Dios fenicio Melkart. Más tarde visitamos el Centro de Interpretación.
Todavía no era la hora de la entrada al Centro de Interpretación y fuimos a visitar el Museo de Chiclana.
Ya es la hora para entrar en el Centro de Interpretación Arqueológica «Nueva Gadeira»
Fotos de grupos en la entrada...
Terminada la visita, pasamos por debajo del Arquillo del Reloj y nos dirigimos al punto de partida haciendo un recorrido diferente, cerca del río Iro.
Tras tomar un aperitivo en la Plaza de Abastos, y ya de forma libre nos dividimos para comer en cualquiera de los bares del centro. La foto siguiente corresponde a una famosa bodega de la localidad, donde un grupo decidimos comer y probar los famosos vinos chiclaneros.
Después de comer, un pequeño grupo decidimos ir a la Ermita de Santa Ana. Un lugar situado en un cerro desde donde se divisan unas vistas espectaculares.
Al fondo, San Fernando y Cádiz.
La Ermita de Santa Ana es de estilo neoclásico. Tiene doble trascendencia, la arquitectónica y religiosa, y por otra parte, la paisajística y también social, ya que sus alrededores servían de lugar de encuentro de las familias chiclaneras y visitantes.
La imagen de Santa Ana y la Virgen Niña son obra de Domingo Giscardi (siglo XVIII).
Medina Sidonia en el horizonte.
Y aquí termina nuestra visita por tierras chiclaneras. Y ya sabéis que EL SABER NO OCUPA LUGAR
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