10 de noviembre de 2015

RUTA QUEJIGALES-TORRECILLA




El camino de la montaña, como el de la vida, 
no se recorre con las piernas sino con el corazón.
                                                    
                                                    Andrés Nadal

Bueno, pero si las piernas están fuertes, se sube mejor la montaña.
El viernes 30, por la tarde, llegamos al hotel "El Cortijo", situado a pocos kmtrs. de Ronda. Con un ambiente acogedor y una buena cena, recargamos las pilas para descansar y al día siguiente hacer la ruta de la sierra.










Óscar, el chófer








Sábado dia 31 de octubre, después de desayunar un rico mollete y recoger la bolsa de picnic, nos dirigimos en autobús a la zona recreativa "Los Quejigales"; alli recogimos a los guias de montaña que nos llevaron a hacer la ruta. En principìo, el objetivo era subir al Torrecilla, pero debido las inclemencias meteorológicas, nos vimos obligados a hacer una ruta alternativa, sin necesidad de subir a lo más alto.




Iniciamos la ruta por el carril del Sabinal, situado junto a la zona de barbacoas; por nuestra derecha discurre el arroyo de Carboneras, cerca del comienzo dejamos hacia el Este la senda que se dirige a la Cañada del Cuerno; pasamos junto a una balsa contraincendios y llega un momento en que el carril se divide en dos, a la izquierda continua hasta El Sabinal, nosotros seguimos por el de la derecha que pasa junto a la Fuente del Pinar, popularmente conocida como de "Molina", a la derecha de la fuente se encuentran las ruinas de la choza de este guarda y una placa de reconocimiento a la labor de Frasquito colocada hace unos años por Medio Ambiente y la Asociación Senderista Pasos Largos. Estamos a unos dos Kms del Refugio. 













El carril termina cuando nos topamos con la zona baja de la Cañada de Enmedio, desde ahora seguimos por una senda bien marcada; en algunas zonas podemos comprobar como la erosión está dejando a los pinsapos con las raíces al desnudo.

El pinsapar empieza a ser más espeso, tras encontrar la primera bifurcación del camino señalada con un hito de piedras junto a un gran pinsapo, tomamos la de la derecha que se dirige a la Cañada de las Animas; ya que la otra, por la izquierda inicia una bajada que nos llevará a los Hoyos de la Caridad. En esta zona los pinsapos alcanzan una altura y grosor considerable. 















Foto de grupo




El camino asciende entre un magnífico pinsapar, hemos de tener cuidado en no tomar algunos que salen lateralmente al principal, el nuestro es en continua subida y acaba en el Puerto del Oso, junto a un gran nevero reconstruido de grandes dimensiones en el año 1.997. Nos permite hacernos una idea de la importancia que esta actividad tuvo en la Sierra de La Nieve hasta el año 1.931 que desaparecieron las últimas explotaciones de nieve. Se estima que el nevero tenía una profundidad de cinco metros más que la actualidad. En este momento habremos recorrido unos cinco kilómetros y medio.  





Quejigo y pinsapo, las dos joyas del Parque


El nevero
Quejigo de alta montaña





A partir de ese momento la visibilidad y el tiempo fueron empeorando, por lo que los guías decidieron no continuar hacia el Torrecilla y volver por la Cañada del Cuerno hasta la zona recreativa, donde esperaba ela autobús para volver a casa.

















Alejandro, el benjamín del grupo, más fuerte que nadie...


 
Como dijo Pablo Neruda, "Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje"

 Gracias a los compañeros por su aportación fotográfica y a los organizadores de la salida.



 NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA: NERVA-ACEBUCHE MILENARIO-MINAS DE RIO TINTO 

1 comentario:

  1. Carmen Carrasco Benito16 de noviembre de 2015, 19:49

    Hola chicos qué buen día pasamos. Ni la niebla, ni el fuerte viento, ni la llovizna pueden con nosotros.
    A mí estas salidas con alguna pequeña inclemencia del tiempo, me encantan. Me hace sentir diminuta, frágil. Lo que somos los seres humanos ante la grandiosidad de la Naturaleza.
    Gracias compañeros por compartir vuestro tiempo y vuestras fotos para que, al verlas no olvidemos lo que somos.

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